Científicos crean los primeros robots autónomos microscópicos del mundo
Un equipo de las universidades de Pensilvania y Michigan ha logrado un hito histórico al crear los robots completamente autónomos y programables más pequeños del mundo. Con un tamaño menor a un grano de sal, cada microrobot mide aproximadamente 200 por 300 micrómetros y opera sin necesidad de control externo, cables o campos magnéticos.
Un salto tecnológico que redefine la miniaturización
Durante cuatro décadas, la robótica había enfrentado una barrera fundamental para operar de forma autónoma a escalas sub-milimétricas. Este avance supera ese límite al integrar en un espacio microscópico un sistema de propulsión innovador, un ordenador completo, sensores y paneles solares para alimentarse. Los robots se mueven generando un campo eléctrico que impulsa iones en el agua, permitiéndoles «nadar» sin partes móviles mecánicas. Son extremadamente duraderos y pueden funcionar durante meses con la energía capturada de la luz.
La clave de su autonomía reside en el microprocesador desarrollado por la Universidad de Michigan, que opera con una potencia 100.000 veces menor que un reloj inteligente. Estos robots pueden ser programados individualmente mediante pulsos de luz para ejecutar tareas específicas, detectar temperaturas con precisión de un tercio de grado y comunicar datos mediante movimientos codificados, similar al baile de las abejas.
Con un costo de producción de aproximadamente un centavo de dólar por unidad, esta plataforma abre un futuro transformador. Sus aplicaciones potenciales son vastas, desde monitorear la salud de células individuales en biomedicina hasta ayudar en la fabricación de dispositivos a microescala. Este logro no es solo una demostración técnica; es el primer capítulo de una nueva era donde la robótica invisible podría revolucionar campos fundamentales para la humanidad.
