Con Paquita la del Barrio se va una voz disruptiva en el regional mexicano

Francisca Viveros Barradas, su nombre real, comenzó a tejer su propia historia cuando se casó a los 15 años con un hombre que era tesorero de la Presidencia Municipal de Alto Lucero, Veracruz, quien era 18 años mayor que ella y a su vez padre de familia, dato que le ocultó durante mucho tiempo. A la postre, esas huellas se verían reflejadas en canciones que sin contemplaciones atacaban a los hombres abusivos y desleales.

Aunque comenzó a buscar fortuna en el terreno del canto 1979, fue hasta bien entrados los 90 que su nombre comenzó a llamar la atención en las estaciones de radio, sobre todo con su disco debut “Desquítate conmigo”, que contiene temas como “Cheque en blanco”, que rápidamente se convirtió en un éxito debido a su decidida reivindicación femenina y donde se encumbró la frase “¿Me estás oyendo, inútil?”, una marca que la hizo única en el resto de su trayectoria.

Con toques de bolero, danzón, norteño y ranchera, Paquita dio voz a mujeres marginadas con canciones como “Por ser del arrabal”, dedicada a quienes ejercen la prostitución, y desde entonces mostraba una lírica llena de sarcasmo e independencia: “Para mí, todo aquel que se va solo será uno más que pasó por mis brazos”, cantaba con convicción en “Ok, mi amor”.

Otro de los temas celebrados por sus fans fue “Invítame a pecar”, con una letra inusual entre cantantes mexicanas, pues muestra abiertamente el deseo sexual rematado con el estribillo “invítame o te invito”, en tanto que “Tres veces te engañé” se convirtió en un verdadero himno, pues cuenta el relato de un affaire donde el coraje, el capricho y el placer se convierten en motivos suficientes para consumar la venganza pasional.

Pero entre su caudal de éxitos, quizá ninguno tan grande como “Rata de dos patas”, compuesto por Manuel Eduardo Toscano en 2004 a petición de la diva, quien ya tenía un largo historial de hombres que la habían traicionado.

Como nunca antes, llenó de calificativos al hombre aludido, con frases como “rata inmunda”, “escoria de la vida”, “espectro del infierno” y “maldita sabandija”, frases que rebasaron a la propia interpretación para convertirse en insultos divertidos en la vida cotidiana de los mexicanos.

El estilo peculiar de Paquita la del Barrio la hizo uno de los personajes con más imitadores en el país, quizá solo equiparada con Juan Gabriel, pues lo mismo se veían a sus “dobles” en ferias de pueblo que en fiestas particulares o concursos de televisión.

Desde hace tiempo que la icónica intérprete arrastraba problemas graves de salud, pero una trombosis en la pierna la retiraron de los escenarios, donde estaba ofreciendo conciertos al lado de la Sonora Santanera. Al darse a conocer su fallecimiento, sus familiares pidieron discreción y sobre todo respeto para que la despidan en total privacidad.

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