Internet: la economía de creadores en caída libre

  • La mayoría de los contenidos es aburrida, tonta o de mala calidad

La semana pasada, Pinterest puso fin a su programa Creator Rewards (Recompensa para creadores). Snap recortó los pagos a los creadores de video corto. Lo mismo hizo Instagram. Todas las plataformas esperaban replicar la popularidad de TikTok.

La economía de creadores surgió como respuesta a un defecto en el modelo de negocio original de las redes sociales. Este imaginaba altos márgenes para todos. Al fin y al cabo, los usuarios estarían donando una gran cantidad de mano de obra gratuita al publicar en línea sus videos, textos e imágenes.

El problema, como todos sabemos ahora, es que gran parte de los contenidos es aburrido, tonto o de mala calidad. Si las empresas quieren atraer buenos anunciantes, también necesitan contenidos óptimos. Eso significaba dar a los usuarios una parte de las recompensas si conseguían atraer tráfico a una plataforma. En tal sentido, la década de 2010 se convirtió en una época de auge para creadores como PewDiePie y la dinastía Kardashian.

La venta masiva de las acciones de las compañías de tecnología puso en jaque este modelo. Las firmas de redes sociales ahora lo piensan dos veces antes de dar dinero a los creadores.

El modelo de ingresos compartidos de YouTube, en el que los creadores se llevan 55 por ciento de los ingresos procedentes de los anuncios que se reproducen durante sus videos, generó una lealtad impresionante. PewDiePie, un youtuber sueco de videojuegos con 111 millones de suscriptores, no ha intentado cambiar de plataforma, como TikTok. Este verano, YouTube anunció que los creadores de videos cortos tendrían su propio modelo de reparto de ingresos, con 45 por ciento de las entradas por publicidad.

TikTok puso en marcha su propio modelo para repartir ingresos, aunque es más limitado. Solo los creadores de 4 por ciento de los videos más populares pueden repartirse 50 por ciento de los ingresos publicitarios.

Pinterest se ha visto afectada por la misma desaceleración de publicidad que golpeó a Meta, Snap, YouTube y todas las demás plataformas de redes sociales que dependen de la publicidad, pero al menos está creciendo. En su última serie de resultados trimestrales, informó que los ingresos registraron un crecimiento de 8 por ciento para llegar a 685 millones de dólares; sin embargo, el número de usuarios no aumentó. En Estados Unidos y Canadá, su audiencia más lucrativa, los suscriptores cayeron 2 por ciento en comparación con el año anterior. Las acciones bajaron un tercio este año. El precio de los títulos de Snap bajó 80 por ciento este año. Las de Meta perdieron dos tercios.

Incluso en YouTube mantener contentos a los creadores será más difícil a medida que se registre una desaceleración en el crecimiento de los ingresos publicitarios. En el tercer trimestre, la plataforma registró una caída interanual de las entradas por anuncios de 2 por ciento. Los presupuestos publicitarios se reducen a medida que las empresas reconsideran sus planes de gasto anuales.

La era de los grandes creadores con enormes audiencias está en declive. Compañías como la plataforma de boletines Substack y el sitio orientado a la pornografía OnlyFans ayudan a los creadores a encontrar un público más pequeño y apasionado dispuesto a pagar por sus contenidos. Las empresas de redes sociales tendrán que encontrar nuevas formas de convencer a los creadores populares de que vale la pena seguir con ellos.

Parece que todo el mundo en San Francisco se pasó la semana pasada compartiendo conversaciones generadas artificialmente con ChatGPT, un chatbot experimental de la empresa local OpenAI. ¿Quieres ver a una computadora escribir poesía, explicar acertijos matemáticos y crear versículos bíblicos sobre sándwiches? Esta es tu oportunidad.

Fuente: Financial Times

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