Guillermo Siliceo, el artista que crea templos-casas orgánicas irrepetibles y que han sido pedidas hasta por Luis Miguel y Juan Gabriel
- Sus esculturas habitables suelen ser para recintos musicales y tienen formas cónicas para facilitar la distribución del sonido, pero además es un filósofo reconocido a nivel mundial
Don Guillermo Siliceo tiene 83 años, se nota en su sabiduría y en su forma de hablar y de expresarse, pero tiene el entusiasmo de un joven de veintitantos cuando habla de sus creaciones, que no son simples residencias. Infobae México llegó a sus icónicos templos-casas para consignar la belleza de éstas, pero descubrimos que además hay una filosofía de vida detrás que se debe a la música, a la naturaleza, al amor y hasta a la unión con el universo.
Estudió filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México y a media carrera se dio cuenta de que además él quería crear, por lo que su maestro Adolfo Sánchez Vázquez le recomendó ir a la academia de San Carlos donde también se formó en escultura de metales preciosos, sin dejar de leer a las mentes maestras de la historia.
“Ahí (en la escuela de arte de San Carlos) aprendí escultura, trabajé el cobre que tiene una conducción de resonancia del 15%, la plata de 33%, el oro del 66%, el platino del 99%. Descubrí que desde Pitágoras, los metales que son igual de valiosos que las piedras preciosas, tienen diferentes conducciones de resonancia, por eso existieron las flautas de oro, por eso los pianos encorchados con plata”.
Ya había creado su primera casa de techo cónico que facilitaba la distribución de la música por lo que invitaba a sus amigos músicos a grabar ahí, al rodearse de gente del espectáculo se corrió la voz y famosos como Luis Miguel, Juan Gabriel y Lola Beltrán lo buscaron para hacer sus estudios de música similares. Además de otros famosos como Jaime Maussan.
“Cuando me buscaron y me dijeron que querían un estudio con esa estructura, porque se dieron cuenta que se creaba mejor armonía, que es más que música, porque la música debe tener un porqué. Aquí venía Ravi Shankar (músico hindú virtuoso del sitar y filósofo), muchos artistas muy importantes, presidentes, papas, el Dalái Lama, aquí tengo fotos, él plantó un árbol aquí”, recordó.
Sus templos-casas podrían entrar en el concepto de arquitectura orgánica, pero él no se define como un arquitecto sino como escultor y más que casas los considera templos, ya que integra la construcción habitable a la forma del lugar sin hacer grandes modificaciones y trata de usar en su mayoría materiales naturales como madera, cobre y piedra.
Al seguir su base filosófica entendió que sus templos iban a ser diseñados para la música y el arte, que es inherente al ser humano desde su creación.
“Desde hace millones de años, en las épocas glaciares cuando ya éramos sapiens viviendo en cuevas crearon la danza, el fuego, las pinturas rupestres. Es natural en el ser humano, casi todos los niños clarividencean, los niños antes de aprender a hablar cantan y antes de aprender a hablar bailan por eso todas las esculturas que hago son para la danza y el amor, todos mis hijos son cantantes, bailarines o músicos, los 22 y muy famosos, muy importantes, en todo el mundo dan conciertos”, relató.
Considera que el ser humano es “antropométrico, nuestros movimientos y y pensamientos también, ¿por qué vivir en un mundo geométrico y artificial?, esos son los arquitectos los que lo hacen, por eso vienen ellos a aprender aquí, porque yo no hago casas habitacionales hago templos”, abundó.
Si bien ha sido convocado por varios artistas y empresarios importantes a lo largo del mundo para que les haga sus propios templos, a él no le gustan los reflectores y la fama.
“Todos vienen a ver qué hago y cuánto gano. No, yo no hago casas por dinero y nunca he cobrado un centavo por lo que hago, pero si logro la belleza ya cobré más que el dinero, que es lo que me alimenta. Y luego los artistas como Luis Miguel o Juan Gabriel que vinieron a que les hiciera sus estudios y casas gastaron millones en hacer mis caprichos. Luis Miguel me lo pidió en su casa en Acapulco, a Lola Beltrán le hice su estudio aquí junto a mi casa. A Juan Gabriel la hice aquí y luego me lo llevé a Pojoaque (Nuevo México) y más, muchos más en todo el mundo, no te imaginas. Vienen por mí, yo no los busco, sólo les tengo una condición (para realizar sus casas) no tengo limitación de tiempo, ni dinero y me dicen ‘sí, cómo no’, y salen maravillosas” detalló.
Ha hecho sus templos en España, Vancouver (Canadá), Austin (Texas) el año pasado le pidieron uno en Francia y este año el segundo en el mismo país.
“Ahoritra estoy haciendo un estudio de música, el proyecto más importante de mi vida. El año pasado me contrataron en Francia para hacer un invernadero, hice una media luna en un sol, había un manantial abajo y cogí el agua del manantial para hacer siete chackras, siete pozas. En Suiza aprendí que el agua canta cuando pasa en las rocas, madera y metal. Entonces fui a la Real sociedad de horticultura de Londres a aprender de los mejores invernaderos y vi que las plantas son seres sensibles y que la música es lo que más les ayuda”, contó.
Por lo que en en el invernadero que le pidieron hacer hizo cascadas que musicalizaran las plantas del lugar con materiales orgánicos como piedras, metales, madera y rocas, además de adecuar el viento para activarlos.
“Son muy ricos los hombres que me llevaron, muy poderosos y me dijeron ‘no nos vas a ayudar a hacer un invernadero esta vez sino nos vas a ayudar a hacer una escuela de artistas’. Porque ellos están preocupados por la conservación de la naturaleza y por la paz en el mundo, porque hay mucho conflicto, mucho sufrimiento y quieren ayudar. Ya vieron que no es el político ni el religioso sino los artistas los que pueden ayudar, entonces tienen la ciudad de artistas, entonces estoy feliz con esto”, señaló.
Guillermo Siliceo ha viajado por todo el orbe además estudiando el positivismo lógico, en Alemania y varios países más y le gusta compartir la filosofía que han sumado las grandes mentes a lo largo de los siglos.
“De dónde viene el conocimiento, no de Dios ni de los libros, viene de la vida y es lo más poderoso que hay. Cómo será de poderosa que hay miles de millones de galaxias en un mismo no espacio y no tiempo, que ese es el positivismo lógico, a lo que me he dedicado toda mi vida a la filosofía”, compartió.
Y es que considera que filósofos, científicos, físicos y grandes pensadores han llegado a conclusiones similares respecto al universo y el significado de la vida y la muerte.
“Nietzsche, Wittgenstein, Freud, Sócrates, Platón, Aristóteles, Pitágoras, si todos los genios hablan de lo mismo, no pueden estar equivocados. Es increíble como se entrelaza su lógica, su conocimiento de la vida, entonces empiezas a dejar de leer y clarividenciar, a percibir el conocimiento, empiezas con la meditación y ya luego no solo sientes el viento, el agua, sino que te llegan las ideas del mundo, del planeta, la sabiduría. Pero cuando le deseas mal a alguien ya la regaste, no debes hacerle el mal alguien porque entonces todo pierdes, la energía, no debe recibir ni echar mal a alguien, entonces dale bien a todo el mundo, no pelees con nadie, eso te da creatividad, fuerza, claridad” detalló respecto a sus creencias y lo que ha leído a lo largo de su vida, que consta en una biblioteca enorme que está en el corazón de su casa, espacio junto a una fogata apacible que contrasta con el frío de la zona boscosa donde habita.
Sin embargo, también ha llevado a la conclusión de qué es la muerte y así la describe:
“La vida premia a todos los seres vivos con lo que llaman la muerte… Einstein, la transformación de tu energía en más, la energía siempre ha sido, pero dejas de ser tú, que tan sólo eres tú, persona, individuo, para ser el todo y para siempre. Samadhi de la India, Zaratustrianos, maestros budistas, persas, egipcios, Hermes, el mismo Cristo, pura sabiduría, hay que prepararte para que sueltes, no para que atesores, todo mundo lo que quiere es atesorar, como principio del budismo, el desapego, hasta que llegas al desapego más grande que es el desapego de ti para unirte al todo”.
Fuente: infobae