Cómo Jensen Huang, CEO de Nvidia, aprovecha la inteligencia artificial para aprender más y pensar mejor
Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, la empresa de tecnología más valiosa del mundo, ha compartido públicamente cómo utiliza la inteligencia artificial como herramienta de aprendizaje, guía personal y recurso para fortalecer el pensamiento crítico. Su enfoque va más allá del uso casual: plantea preguntas profundas, compara respuestas de distintas IAs y las desafía para obtener conclusiones más sólidas.
Durante su participación en el programa televisivo “Fareed Zakaria GPS” y en la conferencia del Milken Institute, Huang explicó que no acepta la primera respuesta que recibe de una IA. Por el contrario, hace preguntas adicionales para que el sistema refine su respuesta. Según su experiencia, esto es equivalente a consultar varios médicos antes de tomar una decisión. Su método consiste en hacer la misma pregunta a diferentes sistemas de inteligencia artificial, pedirles que analicen y critiquen entre sí sus respuestas, y luego solicitarles una síntesis que reúna lo más sólido de cada una.
Este enfoque, asegura, mejora la calidad del conocimiento y reduce el margen de error. En lugar de asumir pasivamente lo que dice un chatbot, Huang impulsa un proceso activo de evaluación y contraste que, según él, incrementa las capacidades cognitivas del usuario.
Una IA como tutor personal y herramienta de desarrollo
Más allá de obtener respuestas, Huang también utiliza la IA como tutor. Ajusta el nivel de profundidad de la información de acuerdo con su propio entendimiento. Si un tema le resulta desconocido, le pide a la IA que se lo explique como si tuviera 12 años. A medida que progresa, solicita un desarrollo más avanzado, incluso hasta nivel de doctorado. Esta relación personalizada con la tecnología le permite construir un aprendizaje escalonado, a su ritmo, partiendo desde lo más básico hasta lo más complejo.
Para él, la inteligencia artificial no sustituye el pensamiento, sino que lo estimula. Destacó que el verdadero valor está en formular buenas preguntas, algo que requiere análisis y razonamiento independiente. “Para preguntar bien, uno debe pensar”, afirma. Incluso cuando la IA ofrece respuestas útiles, Huang vuelve a cuestionarlas o las somete al juicio de otra IA. Este método, dice, no solo enriquece la información, sino que también fortalece las habilidades de pensamiento crítico.
Ante cuestionamientos sobre si el uso frecuente de IA puede afectar la creatividad humana, como sugirió un estudio del MIT, Huang respondió que no lo cree. Al contrario, considera que su propio uso constante ha mejorado su claridad mental, su capacidad de análisis y su destreza para comprender temas complejos.
Además, recalcó que nunca deja que la inteligencia artificial haga todo el trabajo por él. Cree que el usuario debe ser parte activa del proceso: pensar, evaluar, decidir y usar la IA como una herramienta de ampliación del conocimiento, no como sustituto del esfuerzo mental.
Su experiencia sugiere que, con el enfoque adecuado, la inteligencia artificial no empobrece el intelecto, sino que puede convertirse en una poderosa aliada para aprender mejor, con más profundidad y de manera personalizada. En un contexto donde el acceso a esta tecnología se vuelve cada vez más común, su propuesta puede ser útil para estudiantes, profesionistas, investigadores y cualquier persona que quiera usar la IA más allá de las respuestas básicas.
En México, donde la educación y la innovación enfrentan múltiples desafíos, el modelo de Huang plantea una alternativa para quienes buscan aprender de forma autónoma. Adoptar un pensamiento crítico frente a la IA, dialogar con ella y exigirle calidad en sus respuestas puede abrir oportunidades para que más personas accedan a conocimientos complejos, incluso sin recursos formales. La clave, como lo señala el CEO de Nvidia, no está solo en tener acceso a la tecnología, sino en saber cómo preguntarle.
