El trabajo importa, pero ya no lo es todo para los mexicanos
En México está tomando fuerza una nueva forma de entender el compromiso laboral. El empleo sigue siendo un pilar fundamental para la mayoría de las personas, pero ya no ocupa el centro absoluto de la vida cotidiana. De acuerdo con el estudio Las nuevas reglas del compromiso, elaborado por Pluxee e Ipsos, 84% de los mexicanos considera que el trabajo es esencial, aunque no el único eje de su existencia. Esta visión refleja un ajuste profundo en las prioridades, donde el tiempo personal, la familia, el descanso y la salud ganan terreno frente a la lógica de vivir únicamente para trabajar.
El cambio no implica desinterés ni falta de responsabilidad. La investigación muestra que las personas siguen cumpliendo con sus tareas y mantienen una relación positiva con su empleo, pero ahora establecen límites más claros. En México, 39% de la fuerza laboral afirma que realiza su trabajo, aunque cuida no desbordar su vida personal, una proporción ligeramente mayor al promedio global. Al mismo tiempo, solo 36% declara que trabaja todo lo que puede, cifra que se ubica por debajo del promedio internacional, lo que confirma una tendencia hacia el equilibrio.
Este fenómeno coloca a México como el país donde más personas valoran el trabajo como algo importante, pero no como el centro de su identidad. A nivel global, ese porcentaje es de 71%. La diferencia sugiere que, en el contexto mexicano, el empleo sigue siendo relevante como fuente de estabilidad y sentido, aunque ya no define por completo el bienestar ni la realización personal.
Tiempo, reconocimiento y entorno laboral
Más allá del salario, el estudio revela que el tiempo se ha convertido en un factor clave. Las personas buscan libertad para distribuirlo de manera significativa: avanzar profesionalmente, convivir con la familia, cuidarse y descansar. A escala global, 37% de los trabajadores dedicaría más tiempo libre a su familia, mientras que 15% lo usaría para actividades físicas y de salud, prioridades que también se reflejan en México.
En este nuevo esquema, el compromiso con el trabajo depende cada vez más de la calidad de la relación con el empleador. Un ambiente laboral agradable es el principal factor de satisfacción para 43% de las personas, seguido del reconocimiento a la contribución y la variedad de tareas. Estos elementos pesan más que antes y evidencian áreas de oportunidad, sobre todo en liderazgo y reconocimiento, aspectos que aún se practican de forma limitada en muchas organizaciones.
El panorama sugiere que el mundo laboral en México avanza hacia un modelo más equilibrado. El trabajo conserva su valor, pero convive con otras dimensiones de la vida que hoy resultan igual de importantes para una sociedad que empieza a medir el éxito no solo en horas trabajadas, sino en la calidad del tiempo vivido.
