El lema que encendió a Japón: “trabajar como caballo” domina 2025
Las palabras de Sanae Takaichi, primera mujer en encabezar el gobierno japonés, se convirtieron en el lema del año en un país donde el trabajo suele ocupar casi todo. Su promesa de “trabajar, trabajar, trabajar, trabajar y trabajar” fue elegida como la expresión que mejor reflejó el 2025 japonés, aunque la reacción pública fue menos entusiasta: en una sociedad que carga con décadas de jornadas extenuantes y casos documentados de muerte por exceso de trabajo, la frase encendió alarmas.
Una polémica que expuso viejas tensiones
Antes de asumir el cargo, Takaichi llamó a los legisladores de su propio partido a seguir su ritmo y afirmó que “todos deben trabajar como caballos”. También dijo que, al menos en su vida personal, renunciaría al concepto de equilibrio entre trabajo y descanso. Para muchos, esto reavivó un debate profundo en un país donde el término karoshi –muerte por sobrecarga laboral– no es una abstracción. Abogados que representan a familias afectadas consideraron sus declaraciones contraproducentes.
La preocupación aumentó cuando la mandataria admitió dormir apenas entre dos y cuatro horas por noche y trascendió que había convocado a funcionarios a reuniones a las tres de la mañana. Sus críticos advirtieron que un ritmo así no solo es insostenible, sino que manda un mensaje peligroso en un país que intenta, desde hace años, reducir jornadas y promover permisos laborales más efectivos.
Al recibir el reconocimiento por la frase del año, Takaichi intentó aclarar que sus palabras no pretendían glorificar la sobrecarga. Sostuvo que su intención era transmitir determinación y no un llamado a replicar prácticas intensivas que Japón busca dejar atrás.
Un año de frases que retrataron al país
La lista de expresiones finalistas mostró otras preocupaciones y momentos clave de 2025: “primera primera ministra”, “aranceles de Trump”, “daños por osos” y “arroz viejo, viejo, viejo”, usado para describir la liberación de reservas de grano de 2021 ante el aumento de precios alimentarios.
Takaichi se convirtió en la cuarta figura política en obtener este reconocimiento, un termómetro social producido anualmente por especialistas en lenguaje y medios.
En paralelo, sus discursos siguieron generando titulares. En un foro económico organizado en Arabia Saudita citó una línea del manga Attack on Titan: “Cierren la boca y apuesten todo por mí”. Aunque el comentario fue pensado como guiño cultural, volvió a encender debates sobre estilo, tono y estrategia diplomática.
Mientras tanto, la mandataria enfrenta la urgencia de atraer inversión extranjera para reactivar la cuarta economía mundial, que volvió a contraerse en el tercer trimestre. Japón entra a 2026 con un gobierno decidido a mostrar energía, pero con una sociedad que sigue midiendo cuidadosamente el costo de vivir para trabajar.
