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El Tren Maya es la obra ferroviaria en construcción más grande del mundo. Única por ser planeada con un sentido público, buscar el desarrollo del sureste de México e incluir a las comunidades que se encuentran en su entorno. En el caso de su tramo 3, este consta de 159.7 km y va de Calkiní a Izamal pasando por 2 estados de la república que son Campeche y Yucatán. Hasta el día de hoy se han terminado 72 km de la vía férrea. El tramo 3 también se encuentra en constante diálogo y participación con los programas emblemáticos de este gobierno y con los programas del bienestar.
Las obras públicas no tienen por qué dañar el patrimonio cultural ni el medio ambiente. El mismo Estado mexicano cuenta con las instituciones correspondientes para salvaguardar nuestro patrimonio arqueológico y cuidar a la naturaleza. Por tal motivo, el Tren Maya está en estrecha colaboración con éstas.
El tramo 3 era posiblemente el más importante del Tren Maya, hablando en términos culturales hasta que se encontró un mayor número de piezas arqueológicas en el tramo 7, porque cuenta con un gran número de vestigios mayas. Todos los bienes recuperados, tanto muebles como inmuebles, de este tramo forman parte de la Ruta Puuc, que era un área de la civilización maya que cubrió parte de Yucatán y de Campeche, y de la Zona Arqueológica de Dzibilchaltún. A través del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas PROMEZA, estos bienes se están integrando en distintos proyectos como por ejemplo el Museo Puuc, el centro de atención a visitantes o el Museo de sitio de Dzibilchaltún que coincide con un área natural protegida.
Como lo informó el director de la Comisión Federal de Electricidad CFE, la red ferroviaria que corre del tramo 3 al 6 será eléctrica. Actualmente, la CFE se encuentra trabajando en 2 centrales de ciclo combinado, 53 proyectos de conexión -divididos en 7 subestaciones eléctricas tractoras con 3 etapas y 19 obras- para que el Tren pueda tener el impulso necesario en dichas zonas. Además, está construyendo 27 subestaciones eléctricas en las que se están sembrando muros verdes con flora nativa y árboles de la región. Se prevé que dichos proyectos estén listos para finales de este año y las pruebas de las centrales para 2024.
A diferencia del periodo neoliberal en el que se defendía y se impulsaba la idea de que la mejor política industrial y económica era la que no se hacía -de ahí el atraso del sur del país-, este gobierno está desarrollando la infraestructura necesaria para que el proyecto del Tren Maya pueda desplegarse integralmente e incluir a las comunidades cercanas al mismo.
Créditos: gob.mx
