¿Es esta una foto de un Zunzuncito, el ave más pequeña del mundo?

  • ¿Qué es verdad? El zunzuncito, o colibrí abeja, es el ave más pequeña del mundo.
  • ¿Qué es falso? Esta fotografía no muestra un zunzuncito, sino una figurilla en miniatura.

Una imagen que supuestamente mostraba al ave más pequeña del mundo, un zunzuncito, circula en las redes sociales.

Esta no es la primera vez que una creación artística se confunde con un animal de la vida real.

El zunzuncito (Mellisuga helenae), también conocido como colibrí abeja o colibrí Helena, es considerado el ave más pequeña del mundo. Sin embargo, la fotografía que se muestra arriba no muestra a este pequeño pájaro.

De hecho, la fotografía no muestra un animal real sino una figura en miniatura hecha a mano.

La figura fue creada por una artista búlgara llamada Ina, que dirige la página de Facebook Malinik Miniatures. Esta estatuilla se vendió en eBay y se describió de la siguiente manera: este pájaro está hecho a mano con masilla de abeja y armadura de alambre para las patas. Luego se aplican fibras y plumas. Marcado con acrílicos y pasteles.


Aunque esta fotografía viral no es de un ave real, el zunzuncito sí es real y se considera el ave más pequeña del mundo.

Así es como la Sociedad Nacional Audubon https://www.audubon.org/es describió este colibrí en miniatura:

El colibrí abeja, que se encuentra solo en Cuba, es una miniatura absoluta, incluso entre los colibríes. Mide apenas dos pulgadas y cuarto de largo. Los colibríes de abejas a menudo se confunden con abejas. Pesan menos de dos gramos, menos de una moneda de diez centavos. Eso es la mitad del peso de nuestros hummers de jardín, como el Ruby-throated o el Rufous. La hembra construye un nido de apenas una pulgada de ancho. Sus huevos son del tamaño de un grano de café.

En vuelo, las diminutas alas del Bee Hummingbird baten 80 veces por segundo. ¡Y durante un vuelo de cortejo, golpean hasta 200 veces por segundo! Toda la cabeza y la garganta del macho brillan en un rojo rosado intenso, y las plumas rojas llameantes apuntan como púas a los lados del pecho.

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