HBO revela al verdadero Marcial Maciel
Durante años, Marcial Maciel parecía intocable. Fundador de los Legionarios de Cristo, protegido por el Vaticano y por las familias más poderosas de México, construyó una imagen de santidad. Pero detrás de la sotana se escondía un depredador: abusador de decenas de niños, manipulador de políticos y empresarios, maestro del encubrimiento. La serie documental Marcial Maciel: El lobo de Dios, que se estrena el 14 de agosto en HBO Max, revela al hombre detrás del mito.
José Barba, Juan José Vaca y Alejandro Espinosa son los sobrevivientes que cuentan su historia. Barba fue reclutado a los nueve años y hoy exige un juicio como los de Nuremberg para los criminales de guerra. Para Emiliano Ruiz Parra, cronista y asesor de la serie, sin denuncias como las de Barba, Maciel podría haber sido canonizado. Su poder se tejió con complicidad: Juan Pablo II lo protegió, mientras Carlos Slim, Emilio Azcárraga y la familia Servitje se acercaban a él. Maciel, consumidor de drogas y plagiador de libros, manipulaba a todos mientras levantaba su imperio. Hoy, aunque muerto, la pederastia sigue presente en la Legión; dos religiosos enfrentan procesos en México y España.
El documental llevó casi cuatro años. Periodistas e investigadores de varios países reconstruyeron su vida: Raúl Olmos estudió su fortuna, Idoia Sota su matrimonio secreto en España, Fernando González, Jason Berry y Carmen Aristegui aportaron contexto sobre su influencia. Ruiz Parra profundizó en sus adicciones y en cómo entendió las reglas del poder mexicano del siglo XX.
Para el productor Sebastián Gamba, la serie no busca cambiar nada de inmediato, sino generar conciencia y conversación. El equipo cuidó cada escena para mostrar los abusos sin sensacionalismo. Una imagen basta: un niño entrando a la enfermería donde lo esperaba Maciel. Ese instante dice todo sobre el horror que se escondía tras la fachada de santidad.
La serie es un acto de memoria y justicia. Permite al público mexicano mirar de frente a un hombre que construyó un imperio de miedo, entender cómo operó la complicidad que lo protegió y reconocer que la verdad no puede seguir silenciada. Marcial Maciel: El lobo de Dios demuestra que incluso los gigantes construidos con mentiras pueden caer cuando se les enfrenta con testimonios valientes y una narrativa clara.
