Adiós a los dobles digitales: México quiere blindar la voz como dato biométrico
México avanza hacia su primera regulación contra el uso indebido de la inteligencia artificial en la industria creativa. La propuesta busca reconocer la voz y la imagen como datos biométricos sensibles, lo que significaría un cambio histórico en la protección del trabajo artístico en el país. La medida surge tras meses de protestas de actores, locutores y músicos que denuncian la clonación de voces sin consentimiento y exigen contratos claros y remuneración justa.
El proyecto, impulsado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor y la Consejería Jurídica de Presidencia junto con 128 asociaciones, contempla reformas a la Ley Federal del Derecho de Autor. De aprobarse, se facultaría a los artistas para impedir legalmente que su voz sea replicada por IA sin autorización, además de establecer sanciones que incluyan reparación del daño moral y económico, con indemnizaciones de al menos 40% del valor del producto original.
Contra deepfakes y abusos
La senadora Beatriz Mojica, presidenta de la Comisión de Cultura, plantea además la creación de un mecanismo de eliminación rápida de deepfakes, conocido como notice & takedown, que permitiría retirar contenidos falsos generados por IA. “Un sistema que abarata a costa de invisibilizar al creador no es innovación, es extractivismo digital”, advirtió la legisladora.
El debate se intensificó tras la polémica por un video del INE en TikTok, donde se escuchaba una voz similar a la del fallecido narrador Pepe Lavat, famoso por Dragon Ball. Aunque el instituto negó haber clonado su voz, el hecho desató indignación en el gremio.
Proteger el talento mexicano
México produce alrededor del 65% del doblaje en Latinoamérica, lo que convierte a la industria en un sector estratégico. La presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió a crear “esquemas de protección” que garanticen que la tecnología sea una herramienta complementaria y no un sustituto barato del talento humano. Para el sector artístico, el reto es claro: proteger la creatividad antes de que la IA rebase a quienes le dan voz e identidad a la cultura.