Mjällby, el equipo sueco que venció a Goliat
Ese pequeño club, que cuenta con una de las nóminas más bajas de su país, recordó que en este deporte de vez en cuando se puede vencer a Goliat. Ya en el 2016, el humilde Leicester City de Inglaterra había dado una lección similar al conquistar la Premier League contra todo pronóstico deportivo y monetario.
Sin embargo, lo del Mjällby tiene elementos más inverosímiles que pareciera que solo tendrían cabida en un guion de una película de Hollywood. Hasta hace siete años, el club jugaba en la tercera división de Suecia, pero no solo eso, día a día luchaba para sostenerse como un equipo profesional.
Con jugadores que provienen principalmente de las cercanías de Hällevik y contando con el respaldo absoluto de su comunidad, el club fue ascendiendo peldaños hasta conseguir llegar a la primera división. Si estar jugando en la máxima categoría ya era un sueño, levantar la copa aparecía como la más lejanas de las utopías.

Poco a poco, supieron hacer del Strandvallen, su estadio, una fortaleza que era difícil de derribar para cualquier rival. Construido en 1953 a 50 metros del Mar Báltico, este recinto apenas tiene la capacidad para albergar a 7 mil espectadores. Es decir, este lugar que se ha convertido en testigo de una de las gestas más grandes del futbol no hubiera conseguido acreditar los requisitos para poder albergar partidos de primera división en otros países, como es el caso de la liga mexicana.
Al torneo todavía le restan tres jornadas por disputarse, pero con una ventaja de once puntos sobre el segundo en la tabla de competencia, el Mjällby ha asegurado su título. Por si algo faltara, la hazaña se consolidó jugando como visitantes, obteniendo un convincente 2-0 ante el IFK Göteborg que los ha dejado en la cima con 67 unidades.
Curiosamente, cuando el club se fundó en 1939, uno de los slogans que utilizaron fue el siguiente: “Hacer posible lo imposible”. Después de 86 años, cumplieron con esa promesa. Quién sabe cuántos días o semanas durarán los festejos en ese pequeño pueblo pesquero, pero tras la resaca, ya habrá tiempo para volver a soñar y por qué no, pensar en la posibilidad de disputar una Champions League.

