Autopista sin consulta: niegan amparo a comunidades indígenas contra megaproyecto en Chiapas
A pesar de las denuncias por amenazas, falta de transparencia y simulación en los procesos de consulta, una jueza federal negó el amparo solicitado por comunidades tseltales y tsotsiles contra la construcción de la súpercarretera Palenque-San Cristóbal, en Chiapas. El megaproyecto, impulsado por el gobierno estatal y federal, continúa avanzando sobre territorios indígenas sin garantizar el derecho a la información ni a la participación efectiva.
La resolución fue emitida por Doris Yadira Ponce Figueroa, jueza primera de distrito, quien negó tanto la suspensión provisional como la definitiva bajo el argumento de que “las personas quejosas no probaron la omisión reclamada”. Sin embargo, los abogados y organizaciones acompañantes señalaron que esta decisión ignora el principio básico de que es el Estado quien debe garantizar y probar que se cumplió con el derecho a la información y la consulta previa.
“Se dejó en estado de indefensión a las comunidades”, acusaron los defensores. Además, subrayaron que la jueza omitió valorar el vínculo entre la falta de acceso a información ambiental y los efectos irreversibles que proyectos como este causan en el entorno natural y en el tejido cultural de los pueblos originarios.
El trámite judicial se encuentra en pausa mientras se resuelve un recurso de queja interpuesto por la Secretaría de Infraestructura del estado contra la admisión misma del amparo. A la par, está pendiente de resolución un recurso de revisión promovido por las comunidades contra la negativa de suspender la obra de forma definitiva, el cual será resuelto por el Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Administrativa en Chiapas.
Aun con la oposición de las comunidades y los cuestionamientos ambientales, el pasado 8 de junio el gobierno de Chiapas dio el banderazo de inicio de obras con un “ritual maya” y la bendición simbólica de la maquinaria, evento considerado por muchos como una apropiación simbólica sin consentimiento de los pueblos afectados.
La autopista, de 153 kilómetros con un ramal de 18 hacia Ocosingo, es el primer tramo de la llamada “Ruta de las Culturas Mayas”. Su origen se remonta al megaproyecto turístico CIPP-Palenque anunciado en 2009, parte del Plan Mesoamérica (antes Plan Puebla Panamá), y fue formalmente aprobado en 2019 como el “Eje Carretero Transversal Pijijiapan-Palenque”. Esta vía busca conectar la región Costa con la Selva Lacandona y articularse con el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, en lo que comunidades denuncian como una nueva oleada de despojo bajo el discurso del desarrollo.