Liver King en caída libre: arrestan en Texas al gurú de la “dieta ancestral” por amenazas contra Joe Rogan
Brian Johnson, mejor conocido en redes como Liver King, fue detenido en Texas acusado de “amenazas terroristas” contra el popular podcaster Joe Rogan, coronando así el desplome de una carrera construida sobre dietas extremas y marketing de suplementos. Johnson, quien ya obtuvo libertad bajo fianza, saltó a la fama promoviendo el consumo de vísceras —hígado, testículos, cerebro y médula ósea crudos— como parte de un supuesto estilo de vida “ancestral” que le granjeó más de 10 millones de seguidores en TikTok, Instagram y YouTube, además de un documental reciente en Netflix.
El “rey del hígado” ha sido centro de múltiples controversias: en 2022 admitió usar esteroides pese a pregonar que su musculatura era fruto exclusivo de su dieta carnívora y rutinas de ejercicio. Nutriólogos y científicos llevan años señalando que sus consejos carecen de sustento y exponen a riesgos sanitarios como toxocariasis o fiebre hemorrágica de Crimea‑Congo, pues la carne cruda no sólo no aporta los beneficios milagrosos que promete, sino que puede transmitir parásitos y virus peligrosos.
La lógica detrás de sus mensajes —“comer hígado mejora tu hígado, comer cerebro te hace más inteligente”— es una simplificación pseudocientífica que, mezclada con verdades a medias (hacer ejercicio, evitar ultraprocesados, dormir bien), termina dando credibilidad a productos y rutinas potencialmente dañinas. Su arresto vuelve a encender la alarma sobre cómo la industria del influencismo convierte las redes sociales en vitrinas de desinformación y lucro, donde el culto al cuerpo y la masculinidad tóxica se disfraza de ciencia para vender suplementos caros y un estilo de vida imposible de sostener.
Mientras la justicia estadounidense determina su situación legal por las amenazas a Rogan, el caso de Liver King deja una lección clara: detrás del espectáculo digital y la obsesión por la fisiología de “acero” hay negocios multimillonarios, datos falseados y riesgos reales para la salud pública.