Amanita muscaria, el hongo real que inspiró el super hongo de Mario Bros
El icónico hongo rojo con manchas blancas que hace crecer a Mario en los videojuegos tiene una contraparte real: la Amanita muscaria, una especie que combina belleza, peligro y una larga historia de mitos.
El famoso Super Mario Bros. debutó en 1985 y cambió la historia de los videojuegos. Su creador, Shigeru Miyamoto, se inspiró en la relación mágica que la literatura y el arte han establecido entre los hongos y los mundos fantásticos, como ocurre en Alicia en el País de las Maravillas o en Fantasía de Disney. De ahí nació el “super hongo”, un símbolo que otorga poder y que se volvió tan reconocido como el propio protagonista.
La Amanita muscaria, con su sombrero rojo y motas blancas, crece en los bosques de Europa, Asia y América del Norte. Aunque su aspecto parece inofensivo, contiene compuestos psicoactivos como el ácido iboténico y el muscimol, que pueden causar alucinaciones y malestar si se consume sin preparación. En 2024, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) emitió una alerta por intoxicaciones vinculadas a productos con extractos de este hongo.
En la naturaleza, la Amanita muscaria tiene una función importante: ayuda a los árboles a crecer al formar alianzas con sus raíces. Pese a ello, su imagen se asocia más con la magia que con la ciencia. Además de inspirar al universo de Mario, fue el modelo del primer emoji de hongo y de objetos del videojuego Minecraft.
En el mundo de Mario, los hongos adoptaron múltiples formas: el 1-Up, con sombrero verde; el mega hongo, que multiplica el tamaño del personaje; o el hongo dorado, que le da velocidad por unos segundos. Todos nacen del mismo arquetipo visual: la seta roja que desde hace siglos representa lo fantástico.
Amanita muscaria sigue siendo un puente entre el conocimiento y la imaginación. Un recordatorio de cómo algo nacido en los bosques puede transformarse en un símbolo global de la cultura del juego y en una muestra del poder creativo humano.