Cuando no ser elegido te cambia la vida: el caso De Niro y El Padrino
En el mundo del cine, hay rechazos que duelen… y otros que terminan siendo una bendición. Robert De Niro puede dar fe de eso. A inicios de los años 70, el actor fue descartado para participar en El Padrino, y aunque en su momento eso pudo parecer una tragedia profesional, terminó convirtiéndose en uno de los grandes giros de su carrera.
De Niro audicionó para interpretar a Michael o Sonny Corleone en la primera entrega de la saga dirigida por Francis Ford Coppola. Pero los papeles terminaron en manos de Al Pacino y James Caan. ¿Y De Niro? Fuera del proyecto. Años después, él mismo lo reconoció como uno de los mejores «fracasos» de su vida. En una ceremonia del American Film Institute, el actor dijo con humor y gratitud: “Gracias por no elegirme. Fue el mejor trabajo que nunca tuve”.
Ese «no» le abrió la puerta a El Padrino II, donde interpretó a la versión joven de Vito Corleone, el personaje inmortalizado por Marlon Brando. La secuela, estrenada en 1974, no solo expandió el universo narrativo de la familia mafiosa, sino que permitió a De Niro brillar con una actuación que le valió su primer Oscar como Mejor Actor de Reparto. Su interpretación capturó la transformación de un joven inmigrante italiano en el temido jefe de la familia Corleone. Para muchos, esa actuación no solo estuvo a la altura del original, sino que lo complementó de forma magistral.
Un rechazo que valió oro
El Padrino II arrasó con seis premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Dirección para Coppola. La primera entrega, por su parte, ya había ganado tres estatuillas y catapultado a toda una generación de actores al estrellato. La tercera parte, estrenada en 1990, no tuvo la misma recepción. Aunque fue nominada en siete categorías, se fue con las manos vacías.
Más allá de premios y cifras, la trilogía marcó un antes y un después en el cine. Su influencia abarca desde el lenguaje visual del cine mafioso hasta las narrativas familiares en conflicto. Y en ese legado, De Niro ocupa un lugar clave. Su trabajo como el joven Vito no solo le abrió las puertas de Hollywood, también cimentó una carrera llena de personajes icónicos.
En su homenaje a Coppola, De Niro cerró con una frase que resume todo: “Estamos todos aquí, esta noche, gracias a vos. Te amamos”. Una muestra de gratitud hacia quien, sin querer, lo colocó en el camino correcto.
A veces, el destino te hace un favor negándote lo que quieres para darte lo que realmente necesitas. Para De Niro, ese favor vino en forma de rechazo… y terminó convirtiéndose en uno de los grandes aciertos de su vida.