La última batalla de Amy Winehouse: padre y amigas pelean por sus objetos personales

La disputa por la propiedad de los artículos personales de Amy Winehouse volvió al foco público en el Tribunal Superior de Londres. Mitch Winehouse, padre de la cantante, reconoció que la venta de pertenencias de su hija fue “de mal gusto”, mientras su hijo Alex cuestionó la transparencia de su padre respecto a las subastas realizadas en 2021 y 2023, donde participaron antiguas compañeras de piso de la artista, Naomi Parry y Catriona Gourlay.

La controversia surgió después de que cientos de objetos, incluyendo ropa, accesorios y recuerdos personales, fueran colocados en ventas internacionales que generaron ingresos millonarios, parte de los cuales se destinó a la fundación Amy Winehouse, creada tras la muerte de la cantante en 2011. Mitch Winehouse presentó una demanda por 730.000 libras, alegando que Parry y Gourlay vendieron indebidamente artículos que no les pertenecían, mientras que ellas sostienen que Amy les regaló los objetos durante su amistad.

Según la documentación del tribunal, la subasta de 2021 incluyó más de 700 artículos proporcionados por la familia y otros aportados por Parry y Gourlay. Mitch Winehouse admitió que solo descubrió después que aproximadamente 150 piezas provenían de sus amigas. Alex Winehouse declaró que trató de evitar la venta de estos artículos, pero su padre minimizó la situación, asegurándole que solo se subastarían cuatro de los cinco objetos previstos. Finalmente, más de 650 artículos fueron vendidos, incluyendo piezas de gran valor sentimental y artístico.

Durante la audiencia, Alex afirmó que su padre no fue completamente sincero sobre la magnitud de la subasta, señalando que “estaba diciendo una cosa y haciendo otra”, aunque reconoció que legalmente los objetos pertenecían a sus padres. Por su parte, Naomi Parry sostuvo que Amy solía regalarles artículos personales, defendiendo que parte de lo subastado les pertenecía. Relató que conoció a Amy en 2005 y comenzó a trabajar como su estilista un año después, describiendo a la cantante como generosa y cercana, y calificó a Mitch como “volátil”.

Catriona Gourlay también defendió que varios objetos vendidos eran legítimamente suyos. Entre los artículos más valiosos se encontraba un minivestido de seda usado por Amy en su última presentación en Belgrado, Serbia, vendido por 243.200 dólares. Ambas mujeres participaron nuevamente en la subasta de 2023, incluyendo más objetos que, según su versión, les habían sido entregados por Amy durante su relación de amistad.

El caso plantea una compleja disputa legal sobre propiedad, legado y derechos sobre el patrimonio de una artista fallecida, mezclando cuestiones sentimentales, económicas y de reputación que mantienen viva la polémica alrededor de la icónica figura de Amy Winehouse.

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