Boca se despide del Mundial de Clubes con una de sus peores actuaciones

Boca Juniors quedó eliminado del Mundial de Clubes tras empatar 1-1 con Auckland City, un equipo semiprofesional, en lo que se considera uno de los papelones más grandes del club a nivel internacional. Con apenas dos puntos, sin victorias y con una imagen deslucida, el conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo cerró su participación como tercero del Grupo C y sin ninguna posibilidad de avanzar a la siguiente ronda.

Los Xeneizes llegaban a este encuentro con la necesidad de golear a Auckland y esperar una derrota de Benfica frente al Bayern. Sin embargo, el equipo argentino no solo fue incapaz de cumplir su parte, sino que evidenció serias limitaciones en la generación de juego y definición. En total, Boca lanzó 81 centros, pero solo 20 fueron efectivos. Uno de ellos fue capitalizado por Lautaro Di Lollo, quien remató de cabeza al poste tras un centro cerrado de Alan Velasco; el balón rebotó en el arquero neozelandés Nathan Garrow y terminó en el fondo de la red.

La reacción del rival no se hizo esperar. En su primer tiro de esquina del partido, Christian Gray marcó de cabeza el primer gol de Auckland en la historia del torneo, aprovechando las fallas defensivas de Boca. El tanto significó un golpe anímico del cual el equipo sudamericano nunca logró recuperarse.

Tormenta, VAR y frustración

El empate fue apenas el inicio de una serie de infortunios. Un potente remate de Palacios al minuto 42 estuvo cerca de convertirse en el segundo tanto de Boca, pero el balón pegó en la horquilla y rebotó nuevamente en Garrow sin consecuencias. Ya en el complemento, el partido fue interrumpido durante más de media hora debido a la activación del protocolo de tormenta eléctrica. Pese al parón, Boca salió decidido a buscar el triunfo.

Al 58’, Miguel Merentiel había marcado el 2-1 tras una buena jugada colectiva, pero el VAR intervino y el árbitro anuló el gol por una mano previa de Equi Fernández. A partir de ese momento, el equipo perdió el rumbo y fue incapaz de superar a un rival que se defendió con orden, dejando al descubierto la falta de variantes ofensivas y claridad táctica de los argentinos.

Edinson Cavani, uno de los referentes del equipo, declaró al finalizar: “Es una pena quedar afuera así. Compitimos hasta el final, pero nos dolió no poder mantener el triunfo contra Benfica. Hoy sabíamos que iba a ser difícil, enfrentamos a un rival muy cerrado”.

El empate ante Auckland, equipo formado en su mayoría por jugadores no profesionales, se suma a una serie de decepciones internacionales desde que Juan Román Riquelme asumió la conducción del área de fútbol del club en 2020. La eliminación en fase de grupos y la imposibilidad de superar a uno de los rivales más accesibles del torneo ha encendido las alarmas en el entorno xeneize.

El Mundial de Clubes deja para Boca un balance pobre en resultados y preocupante en lo futbolístico. Con solo dos empates en tres partidos, un solo gol legítimo a favor y una serie de decisiones tácticas cuestionadas, el equipo argentino regresa a casa sin haber ganado un solo partido y con una de las imágenes más pálidas de su historia reciente en el ámbito internacional.

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