El otro amor de Maradona: su vínculo eterno con la música y los artistas
En el ámbito local, se destacan sus encuentros con Soledad Pastorutti, Mercedes Sosa y Rodrigo Bueno, con quienes cultivó una relación cercana. La cantante Soledad recordó cómo el exfutbolista asistió a su debut en el Teatro Gran Rex, mientras que Mercedes Sosa siempre lo consideró un símbolo popular. Con Rodrigo, “El Potro”, Maradona compartió una amistad marcada por la pasión y la energía del público argentino, uniendo el deporte y la música en una misma emoción.
El amor de Maradona por la música también lo llevó a compartir escenario con íconos internacionales. En 1981, durante un concierto de Queen en el estadio de Vélez Sarsfield, Freddie Mercury lo presentó ante miles de personas como “mi gran amigo Maradona”. Años después, en 1998, el “Diez” se reunió con los hermanos Gallagher, de la banda británica Oasis, durante la visita del grupo a Buenos Aires, sellando un momento icónico que fusionó el fútbol con el rock.
Más allá de los triunfos deportivos, la historia muestra a un Maradona que vivía con la misma intensidad dentro y fuera del campo. Su conexión con la música simboliza la pasión que lo caracterizaba: espontáneo, cercano al pueblo y capaz de unir distintas expresiones de la cultura popular. Su legado no solo se sostiene en los goles, sino también en la huella que dejó en la memoria artística y emocional de varias generaciones.
 
         
        
 
     
	 
									 
									