El Tricolor, sin rumbo y sin liderazgo en su amistoso ante Japón
Aunque hubo actuaciones individuales destacables, como las de Marcel Ruiz y Johan Vásquez, el trabajo colectivo del equipo dirigido por Javier Aguirre no terminó por convencer. El once inicial parece perfilarse como la base para la Copa del Mundo, pero el desajuste entre líneas y la falta de entendimiento en la ofensiva encendieron las alarmas a menos de un año de la justa.
La ofensiva mexicana prácticamente no apareció: Raúl Jiménez pasó inadvertido y el tridente conformado por Alexis Vega, Orbelín Pineda y Roberto Alvarado quedó muy lejos de generar peligro. En 95 minutos de juego, el Tricolor apenas registró un disparo a portería y un tiro de esquina, números preocupantes frente a los más de 45 mil aficionados que se dieron cita para apoyarlos.
Para colmo, el encuentro dejó secuelas importantes: el capitán Edson Álvarez salió lesionado y César Montes fue expulsado, dejando a México sin liderazgo dentro de la cancha.
El rival exigió al nivel esperado, lo que confirma la necesidad de enfrentar pruebas de alto calibre, pero el desempeño obliga a replantear la propuesta si se pretende competir ante selecciones de primer nivel en la próxima Copa del Mundo.
