En una sesión centrada en la paz y la seguridad global, Lula también condenó los atentados de Hamás en octubre de 2023, donde el grupo tomó como rehenes a 250 personas en Israel. Sin embargo, aclaró que el combate al terrorismo no puede justificar crímenes de guerra ni limpiezas étnicas.
El mandatario brasileño criticó fuertemente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por su “parálisis y falta de credibilidad”, subrayando que ni siquiera se le consulta antes de lanzar operaciones militares. A su juicio, el sistema internacional está obsoleto y no responde a las necesidades del mundo multipolar actual.
Durante la sesión inaugural, abierta a la prensa, participaron los líderes de los 11 miembros del grupo BRICS, incluidos los cancilleres de Rusia e Irán, Sergei Lavrov y Abbas Araghchi; los presidentes de India y Sudáfrica, Narendra Modi y Cyril Ramaphosa; y el primer ministro chino, Li Qiang. También estuvo presente el secretario general de la ONU, António Guterres.
Uno de los temas centrales de la cumbre es la reforma de las instituciones multilaterales creadas tras la Segunda Guerra Mundial, como la ONU, el FMI y el Banco Mundial. Lula defendió la necesidad de transformar profundamente al Consejo de Seguridad para hacerlo más legítimo, representativo, eficaz y democrático. Propuso incluir como miembros permanentes a países de Asia, África y América Latina, subrayando que se trata de una cuestión de justicia histórica.
Lula afirmó que los BRICS, hoy ampliados a 21 países entre miembros y asociados, deben asumir el legado del Movimiento de los Países No Alineados y ser una fuerza para la paz y la mediación de conflictos. “Si la gobernanza internacional no refleja la nueva realidad multipolar del siglo XXI, corresponde a los BRICS contribuir activamente a su actualización”, concluyó.