México y Brasil dan un paso firme hacia una alianza estratégica entre pueblos soberanos

Ciudad de México / Brasilia. – En un momento de crisis del orden económico global dominado por potencias del Norte, los gobiernos de México y Brasil avanzan hacia un fortalecimiento de sus lazos económicos, comerciales y políticos, apostando por una integración regional basada en la soberanía, la cooperación y la justicia social.

Este miércoles, Claudia Sheinbaum y Luiz Inácio Lula da Silva sostuvieron una conversación telefónica en la que acordaron ampliar el acuerdo comercial bilateral, apostando por sectores estratégicos como la farmacéutica, el agro, los biocombustibles, la industria aeroespacial y la innovación tecnológica. En un contexto de incertidumbre mundial, marcado por guerras, inflación y el debilitamiento de los bloques hegemónicos, Latinoamérica parece decidida a construir su propio destino.

Uno de los puntos más relevantes fue el anuncio de que el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, visitará México a finales de agosto, acompañado de una comitiva de empresarios y ministros, con el objetivo de materializar acuerdos concretos y abrir nuevos canales de intercambio entre ambas economías.

Apertura de mercados entre hermanos latinoamericanos

Como muestra del fortalecimiento de esta alianza, Brasil anunció la apertura de su mercado para la importación de aguacate mexicano fresco, un paso simbólico pero también estratégico que podría beneficiar directamente a comunidades productoras del campo mexicano, tradicionalmente excluidas de los tratados comerciales con Estados Unidos o Europa.

Lejos del modelo extractivista de los tratados como el T-MEC, este nuevo acercamiento entre México y Brasil busca romper con las cadenas de dependencia histórica y apostar por un comercio entre iguales, que beneficie a los pueblos y no solo a las transnacionales.

BRICS, G7 y la disputa por el futuro

Durante la llamada, Lula recordó a Sheinbaum su reciente encuentro en la cumbre del G7, y agradeció la participación del canciller Juan Ramón de la Fuente en la reunión del grupo BRICS en Río de Janeiro, un espacio que hoy representa una esperanza concreta de un mundo multipolar, más justo y menos subordinado a los intereses del imperialismo occidental.

La posibilidad de que México, bajo el liderazgo de Sheinbaum, profundice su relación con el bloque BRICS, representa una oportunidad histórica para ampliar los márgenes de autonomía latinoamericana y reconfigurar el mapa económico mundial desde el Sur Global.

Un horizonte común: integración con dignidad

Más allá de la diplomacia formal, el encuentro virtual entre Lula y Sheinbaum representa una señal clara de que los gobiernos progresistas de América Latina están dispuestos a caminar juntos hacia una etapa de cooperación basada en el respeto mutuo, la soberanía alimentaria, la justicia climática y el desarrollo científico y tecnológico con sentido social.

En tiempos donde el capital financiero internacional impone condiciones brutales a los pueblos, México y Brasil parecen dispuestos a cambiar las reglas del juego.

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