Mission: Impossible enfrenta su peor momento en taquilla

La octava entrega de la saga, Mission: Impossible – The Final Reckoning, se ha convertido en un fracaso financiero para Paramount Pictures. Con un presupuesto récord de 400 millones de dólares (550 millones incluyendo marketing), la película necesitaba recaudar al menos 800 millones para ser rentable. Sin embargo, tras un mes en cines, apenas ha sumado 506 millones a nivel mundial, dejando pérdidas estimadas entre 200 y 300 millones.

Problemas durante la producción

La filmación enfrentó múltiples obstáculos, desde la pandemia, que detuvo el rodaje por 19 meses, hasta incendios en sets y huelgas en Hollywood. Tom Cruise incluso invirtió medio millón de dólares de su bolsillo para mantener al equipo en «burbujas de aislamiento». A pesar de los esfuerzos, los costos se dispararon sin garantizar el éxito en taquilla.

¿El fin de una era?

Esta entrega marca un punto crítico para la franquicia. Mientras las primeras películas generaban ganancias superiores al 350%, The Final Reckoning podría cerrar con un retorno negativo del 45%. El bajo desempeño plantea dudas sobre el futuro de las superproducciones en Hollywood, especialmente cuando otras películas con presupuestos más moderados logran mejores resultados.

Con estos números, Mission: Impossible podría necesitar un reinicio o un cambio de estrategia para seguir siendo viable. Por ahora, queda claro que ni siquiera Tom Cruise puede garantizar el éxito ante costos tan elevados.