Para sentirse rico en Estados Unidos ahora se requieren 2.3 millones de dólares
El concepto de riqueza ha cambiado en Estados Unidos. Mientras que hace unas décadas un millón de dólares era sinónimo de éxito, hoy la mayoría de los estadounidenses considera que se necesitan al menos 2.3 millones para sentirse verdaderamente acomodados. Así lo indica la Encuesta de Riqueza Moderna realizada por la firma financiera Charles Schwab.
El informe revela que aunque la cifra es ligeramente inferior a los 2.5 millones estimados en 2024, sigue siendo significativamente más alta que los 1.9 millones de 2021. Este aumento refleja cómo el costo de vida, la inflación y los cambios en la economía estadounidense han elevado la percepción sobre lo que implica ser rico.
Más de la mitad de los encuestados afirmaron que hoy se requiere más dinero para alcanzar ese estatus, comparado con el año anterior. Entre los motivos citados están la inflación persistente, mayores tasas de interés, el aumento del precio de la vivienda y una carga fiscal percibida como más pesada.
Una riqueza que ya no solo depende del dinero
Especialistas como Brad Clark, de Solomon Financial, señalan que aunque muchas personas pueden ser técnicamente millonarias si se consideran todos sus activos —como propiedades—, su riqueza líquida suele ser mucho menor. Eso hace que el número de personas que se sienten realmente ricas sea más bajo de lo que indican las cifras.
Pero la definición de riqueza ha ido más allá del dinero. William London, abogado experto en patrimonio, explica que la gente ya no piensa solo en el lujo, sino en la tranquilidad financiera: una casa segura, jubilación estable, salud y tiempo libre para la familia. Según él, “la opulencia ya no se trata de excesos, sino de reducir la ansiedad”.
La encuesta también identificó diferencias claras entre generaciones. La Generación Z considera que se necesitan 1.7 millones de dólares para ser rico, mientras que para los millennials y la Generación X el umbral está en los 2.1 millones. Los baby boomers son los más exigentes, fijando la cifra en 2.8 millones.
Esto refleja un cambio en las prioridades. Las generaciones más jóvenes valoran más la experiencia de vida que la acumulación de bienes. Prefieren tener tiempo libre, no cargar con deudas y poder elegir su estilo de vida, aunque eso signifique no poseer propiedades grandes.
Markus Schneider, economista de la Universidad de Denver, cree que la inseguridad económica de los más jóvenes influye en esta percepción. A diferencia de generaciones anteriores, enfrentan salarios estancados, altos precios inmobiliarios y mayores barreras para formar patrimonio.
¿Qué significa realmente ser rico?
Pese a las cifras, la mayoría coincide en que la riqueza no se mide solo por el dinero. La encuesta de Charles Schwab encontró que los estadounidenses consideran otros factores clave para sentirse ricos: felicidad, salud física y mental, relaciones personales de calidad, logros profesionales, tiempo libre y, en menor medida, posesiones materiales.
La riqueza, entonces, no siempre está en el saldo de una cuenta bancaria, sino en la capacidad de vivir una vida plena. Clark advierte que definir la riqueza únicamente por lo económico puede llevar a la decepción: “Las personas más felices no son las que acumulan más, sino las que usan sus recursos para dar sentido a su vida y beneficiar a quienes las rodean”.
Aunque se trata de un estudio centrado en Estados Unidos, los cambios en la percepción de la riqueza pueden resonar también en México. La clase media mexicana enfrenta desafíos similares: inflación, dificultad para acceder a la vivienda, precarización laboral y una creciente brecha entre ingresos y aspiraciones. La idea de que la verdadera riqueza es tener bienestar, salud y tiempo para compartir con los demás, cobra más sentido en contextos donde el dinero no siempre alcanza, pero el sentido de comunidad y propósito puede marcar la diferencia.