Rama X: el rey de Tailandia que acumula una de las mayores fortunas del planeta
Maha Vajiralongkorn, mejor conocido como Rama X, es el actual monarca de Tailandia y, según diversas investigaciones, el más rico del mundo. Su estilo de vida y la magnitud de sus bienes lo convierten en una figura que combina discreción política con ostentación material.
Un patrimonio que desafía cualquier comparación
Desde que ascendió al trono en 2016 tras la muerte de su padre, Bhumibol Adulyadej, Rama X ha heredado y expandido una fortuna sin precedentes. Se estima que posee unas 17 mil propiedades, 38 aviones privados, más de 300 automóviles de lujo y una flota de 52 yates, varios decorados con detalles dorados.
La base de su riqueza proviene de la Oficina de los Bienes de la Corona, institución que hasta 2018 administraba el patrimonio real, y que ahora se encuentra bajo su control directo. A ello se suman inversiones estratégicas en sectores clave como telecomunicaciones, energía e inmobiliario. Además, concentra más de 6,500 hectáreas de tierras en propiedad y cerca de 40 mil en régimen de arrendamiento, lo que lo convierte en uno de los mayores terratenientes de Asia.
Poder simbólico, influencia económica y críticas
Aunque Tailandia funciona bajo un régimen de monarquía constitucional, Rama X conserva un poder simbólico que se traduce también en influencia política y económica. Sus activos, vinculados a empresas y propiedades estratégicas, le otorgan un control relevante en la vida pública del país.
No obstante, la magnitud de su fortuna ha generado cuestionamientos fuera de Tailandia. Analistas internacionales señalan que gran parte de sus bienes se gestiona mediante estructuras corporativas complejas, lo que dificulta conocer con precisión el alcance real de su riqueza. Además, en su propio país las críticas están limitadas por leyes estrictas que restringen cualquier comentario público contra la monarquía.
La figura de Rama X representa así un contraste: por un lado, un líder que se mantiene en la tradición de una institución centenaria; por otro, el reflejo de un poder económico acumulado que lo coloca como uno de los personajes más acaudalados y enigmáticos del escenario mundial.
