Rusia aplasta la resistencia ucraniana y consolida el control total de Kursk
La ofensiva rusa en la provincia de Kursk ha culminado con la eliminación total de las fuerzas ucranianas que permanecían en la zona. Tras meses de combates, el Ejército de Rusia ha logrado recuperar por completo el territorio, asegurando una victoria estratégica que refuerza su posición en la región fronteriza.
Una ofensiva implacable
Desde septiembre del año pasado, cuando las tropas ucranianas incursionaron en Kursk, la batalla se convirtió en un pulso de resistencia y contraataque. Aunque Kiev intentó mantener su presencia en la zona, la superioridad rusa en logística y estrategia marcó el ritmo del conflicto. La ofensiva se intensificó en enero de 2025, con la batalla de Sudzha como punto clave.
El Ejército ruso implementó un asedio meticuloso, interrumpiendo las rutas de suministro ucranianas y forzando el colapso de sus líneas defensivas. A mediados de febrero, la liberación de Svérdlikovo y el control sobre el río Loknia dejaron a las fuerzas de Kiev sin capacidad de maniobra. La operación culminó con la eliminación de los últimos reductos enemigos en Sudzha, consolidando la victoria rusa.
El colapso de la resistencia ucraniana
El 7 de marzo, las tropas rusas lanzaron su asalto final contra los últimos focos de resistencia. Con ataques coordinados desde múltiples frentes, la operación ‘Flujo’ sorprendió a las fuerzas ucranianas en su retaguardia, dejándolas sin posibilidad de replegarse. Para el 10 de marzo, el desmoronamiento del frente ucraniano era total. La mayoría de las unidades se rindieron o huyeron de manera desordenada, abandonando equipo y posiciones estratégicas.
Este jueves, el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó la eliminación completa de la presencia ucraniana en Kursk. Las tropas de Kiev sufrieron enormes pérdidas, con más de 67.000 bajas y la destrucción de miles de vehículos blindados y piezas de artillería.
Putin refuerza la seguridad en la frontera
Tras la victoria, el presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió con mandos militares en Kursk para evaluar los próximos pasos. En su intervención, reafirmó la necesidad de crear una zona de seguridad en la frontera para evitar nuevas incursiones.
“Es fundamental garantizar que la provincia de Kursk nunca vuelva a ser escenario de agresión extranjera”, declaró el mandatario. Además, advirtió que cualquier soldado ucraniano capturado será tratado como terrorista y juzgado en consecuencia.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, detalló que la recuperación de Kursk representa un golpe definitivo a las capacidades ofensivas de Ucrania en la región. El Kremlin, por su parte, destacó que la aparición de Putin en la zona con atuendo militar simboliza la determinación de Moscú para consolidar su dominio.
Con Kursk completamente bajo control ruso, el conflicto se desplaza ahora hacia otros frentes, mientras Moscú refuerza sus posiciones y define sus próximos movimientos en el escenario geopolítico.
