Trump rompe negociaciones comerciales con Canadá por un anuncio con Ronald Reagan

  • La disputa por una campaña contra los aranceles eleva la tensión entre Washington y Ottawa

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el fin inmediato de todas las negociaciones comerciales con Canadá, acusando al país vecino de usar de forma fraudulenta la imagen del exmandatario Ronald Reagan en una campaña publicitaria que critica los aranceles estadounidenses. La decisión se produce en un contexto de creciente proteccionismo y complica aún más las relaciones entre ambos países, clave para el comercio norteamericano.

El conflicto comenzó cuando el gobierno de Ontario difundió un anuncio dirigido al público estadounidense con fragmentos de un discurso que Reagan dio en 1987, en el que advertía que “las barreras comerciales dañan a cada trabajador y consumidor estadounidense”. La Fundación Ronald Reagan, que preserva el legado del expresidente, denunció que el video “tergiversa” sus palabras y aseguró que analiza acciones legales.

Trump reaccionó de inmediato a través de su red Truth Social, calificando el anuncio como “falso” y acusando a Canadá de intentar influir en el fallo que la Corte Suprema de Estados Unidos emitirá en noviembre sobre la legalidad de los aranceles globales impulsados por su gobierno. “Basado en su comportamiento atroz, todas las negociaciones comerciales con Canadá quedan terminadas”, escribió el mandatario. El secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó luego la suspensión de las conversaciones con Ottawa.

Los nuevos aranceles de Trump —que en agosto subieron del 25% al 35% sobre acero, aluminio, autos y madera— han golpeado a la industria canadiense, especialmente en Ontario, donde el primer ministro Doug Ford ha sido uno de los críticos más duros de las medidas. Ford defendió la campaña y afirmó que Canadá seguirá “usando todas las herramientas disponibles” para oponerse a los impuestos fronterizos, destacando la necesidad de cooperación económica entre los dos países.

El primer ministro canadiense, Mark Carney, se había reunido con Trump a principios de octubre en un intento por reducir las tensiones y revisar el acuerdo comercial USMCA, firmado junto con México. En aquel encuentro, Trump calificó a Carney como “un líder de clase mundial”, pero no ofreció ninguna concesión. Con la nueva ruptura, la revisión del tratado regional se complica y podría tener repercusiones en toda América del Norte.

La relación entre Estados Unidos y Canadá ha sido históricamente una de las más estrechas del mundo. Más del 75% de las exportaciones canadienses se dirigen al mercado estadounidense, y cada día cruzan la frontera bienes y servicios por un valor superior a 3,600 millones de dólares canadienses. La escalada actual revive tensiones que parecían superadas tras la firma del USMCA, pero también refleja una tendencia global al proteccionismo que afecta a otros socios de Washington.

El conflicto con Canadá se suma a una serie de decisiones recientes de la Casa Blanca que endurecen la política exterior de Trump: sanciones a las petroleras rusas Rosneft y Lukoil, advertencias comerciales a China y una estrategia económica que prioriza la producción interna. En este escenario, el nacionalismo económico vuelve a dominar la agenda estadounidense, dejando a sus aliados —México incluido— ante la necesidad de adaptarse a una política comercial cada vez más imprevisible.

Para Canadá, el desafío será defender sus exportaciones sin deteriorar la relación con su principal socio, y al mismo tiempo diversificar mercados para reducir su dependencia del vecino del sur. En América del Norte, el episodio vuelve a recordar que la estabilidad comercial de la región sigue sujeta a los vaivenes políticos de Washington.

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