Códices mexicanos deslumbran en París con su primera exposición en Europa
Una selección de once códices mesoamericanos se exhibe por primera vez en Europa gracias a la muestra Códices: un viaje al corazón del México prehispánico, inaugurada en la Casa de México en París. La exposición, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Fundación de la Casa de México, busca acercar al público europeo al legado documental y simbólico de las culturas originarias de lo que hoy es México.
La muestra, disponible durante todo julio, reúne facsímiles de códices representativos de culturas como la mexica, maya, huejotzinca y mixteca. Estos documentos ofrecen una visión del conocimiento religioso, científico y artístico, así como de la vida cotidiana, el calendario, la organización política y las prácticas adivinatorias de los antiguos pueblos mesoamericanos.
Reproducidos con alto grado de fidelidad, los códices exhibidos son: Dresde, Matrícula de Tributos, Boturini, Cruz-Badiano, Tonalámatl de Aubin, Chavero de Huejotzingo, Guillermo Tovar de Huejotzingo, Moctezuma, Mendoza, Zouche-Nuttall y De San Andrés Tetepilco. Esta última obra, compuesta por tres documentos fechados entre los siglos XVI y XVII, fue recuperada por el INAH en 2024 y nunca antes se había presentado fuera de México. Relata la fundación de la localidad de San Andrés Tetepilco y su incorporación al orden virreinal tras la caída de Tenochtitlan en 1521, estableciendo una continuidad narrativa con la célebre Tira de la Peregrinación o Códice Boturini.
Un puente entre culturas: México y Francia
La inauguración fue encabezada por la embajadora de México en Francia, Blanca Jiménez Cisneros; la titular de la Casa de México, Tania Enriquez Mier; el diputado Éric Martineau, vicepresidente del Grupo de Amistad México-Francia; el director honorario del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, Dominique Michelet; y el director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Baltazar Brito Guadarrama, responsable de la curaduría de la muestra.
Durante la apertura se llevó a cabo también un foro académico bajo el título “Patrimonio cultural: una cooperación histórica entre México y Francia”, en el que especialistas de ambos países destacaron la importancia del diálogo binacional para preservar las expresiones materiales e inmateriales de la ancestralidad. En este contexto, se subrayó el trabajo del INAH en la recuperación y estudio de estos valiosos documentos.
Brito Guadarrama recordó que, aunque sólo se conservan unos cuantos códices de los miles que existieron, gracias a la labor de personajes como fray Bernardino de Sahagún, Chimalpahin, Tezozómoc o Ixtlilxóchitl, se tiene constancia de que estos documentos abordaban temas como religión, astronomía, medicina, guerra, educación y hasta nigromancia. Además, mencionó que la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, en conjunto con la Biblioteca Nacional de Francia, resguarda la mayor cantidad de códices mesoamericanos en el mundo.
Desde 1997, los más de 200 códices resguardados por la biblioteca mexicana están inscritos en el programa Memoria del Mundo de la UNESCO, lo que les otorga un reconocimiento global como patrimonio documental. Esta exposición en París representa un esfuerzo más por dar a conocer y valorar ese legado que sigue hablando desde los trazos de tinta, piel y papel de amate.