El grito más caro y más histórico: patria, bolsillo y mujeres al frente

En México, el 15 de septiembre es más que una fecha: es la memoria hecha fiesta. El pozole burbujea, las tostadas crujen, el tequila enciende gargantas y la voz se alza en un solo coro: “¡Viva México!”. Pero este 2025, la tradición llega con un doble filo: mientras los corazones se inflaman de orgullo patrio, los bolsillos tiemblan ante los precios que han convertido la Noche Mexicana en un lujo.

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) calcula que una cena casera para diez personas cuesta en promedio siete mil pesos, y puede elevarse hasta nueve mil 300 pesos, lo que equivale a 111% de un salario mínimo mensual. El desglose es claro: dos mil pesos en pozole, mil 250 en tinga de pollo, mil 100 en tostadas de pata, mil 350 en pambazos, tres mil en refrescos, aguas frescas, cerveza y tequila, y 600 en banderitas y papel picado. Preparar la mesa patria significa, literalmente, dejar en ella el fruto de semanas enteras de trabajo.

Salir de casa tampoco alivia el golpe. Asistir al Zócalo para presenciar la primera ceremonia encabezada por Claudia Sheinbaum implica alrededor de 5,800 pesos por familia, casi el 70% de un salario mínimo. Y en bares o antros la cifra se dispara: hasta 14 mil pesos por una noche de música y alcohol, con cuentas de mil 400 por persona solo en bebidas. En esas opciones, la comida se desvanece: lo que se paga es el ambiente, la euforia y la pertenencia al rito colectivo.

A nivel nacional, la cifra estremece: se calcula que los mexicanos “quemarán” 37 mil 500 millones de pesos en antojitos, viajes y tequila. Es lo mismo que costarían seis millones de pensiones del Bienestar. La patria se celebra con pasión, pero también con un costo que desnuda la fragilidad económica de millones de hogares.

Sheinbaum y el grito de las mujeres

En medio de este escenario, la historia se abre paso. Este 15 de septiembre, Claudia Sheinbaum Pardo se convertirá en la primera mujer en dar el Grito de Independencia en 200 años de la República. A las 23:00 horas, desde el balcón de Palacio Nacional, su voz se unirá a la de Miguel Hidalgo, Morelos y Guerrero, pero también a la de Leona Vicario y tantas mujeres que fueron borradas de la memoria oficial.

Académicos anticipan un discurso enfocado en la unidad nacional, el constitucionalismo y el papel de las mujeres en la historia. El simbolismo no es menor: el Grito ha sido durante dos siglos un ritual dominado por hombres, y hoy será encabezado por una mujer que busca imprimir cambios en la forma y el fondo. Se espera que el Desfile Militar del 16 de septiembre tenga a mujeres de alto rango del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional al frente, como reflejo de esa nueva narrativa.

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