La Ruta Wixárika ya es Patrimonio Mundial: reconocimiento histórico a una tradición indígena viva
La UNESCO declaró a la Ruta Wixárika por los caminos sagrados a Wirikuta como Patrimonio Mundial, convirtiéndose en la primera tradición indígena viva de América Latina en recibir esta distinción. Este nombramiento fue aprobado durante la 47ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial en París y representa un logro cultural sin precedentes para México.
La ruta, también conocida como Tatehuari —el camino de Nuestro Abuelo Fuego—, conecta 20 sitios sagrados a lo largo de un corredor biocultural de 500 kilómetros que abarca Nayarit, Durango, Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí. Cada año, los pueblos wixaritari recorren estos senderos como parte de un peregrinaje ritual que preserva su cosmovisión y asegura el bienestar de sus comunidades mediante la conexión espiritual con la tierra, el agua, el maíz y sus deidades ancestrales.
Defensa cultural ante las amenazas del presente
El nombramiento implica una responsabilidad directa del Estado mexicano para garantizar la conservación de los sitios sagrados frente a amenazas como la minería, proyectos industriales y la expansión urbana. La ruta incluye montañas, manantiales, ríos, formaciones rocosas y bosques que han sido resguardados por generaciones de wixaritari y que ahora gozan de reconocimiento legal internacional.
Francisco Javier Pérez Meza, director del Instituto de Cultura de Durango, y Elisa Haro Ruiz, secretaria de Turismo del estado, asistieron a la ceremonia en París en representación del gobierno estatal. Pérez Meza celebró que Cerro Gordo (Hauxa Manaka), en Pueblo Nuevo, se incluyera dentro de los sitios reconocidos, sumando a Durango un segundo bien inscrito en esta lista junto con el Camino Real de Tierra Adentro.
La ruta wixárika no solo conserva su relevancia espiritual, también es vista por la comunidad como una herramienta de defensa cultural y legal. La inscripción se logró tras años de esfuerzo de comunidades indígenas, autoridades tradicionales y organismos como el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, el INAH y organizaciones civiles. El objetivo ahora es alentar un turismo respetuoso, que genere beneficios para los pueblos originarios y que refuerce el valor intergeneracional de su sabiduría milenaria.
