La UNAM ajusta la dieta escolar y retira ultraprocesados en prepas y CCH
La Universidad Nacional Autónoma de México decidió cerrar una etapa de ambigüedad dentro de sus planteles de bachillerato y avanzar hacia un control más estricto de la venta de alimentos. Con una nueva guía de aplicación obligatoria, las cafeterías y concesionarios de la Escuela Nacional Preparatoria y del Colegio de Ciencias y Humanidades deberán retirar productos ultraprocesados con sellos de advertencia y ajustar su oferta a criterios nutrimentales más rigurosos.
La medida, publicada en la Gaceta universitaria, busca reducir riesgos a la salud de miles de estudiantes y al mismo tiempo redefinir el papel de los concesionarios dentro de los planteles. Quienes no cumplan con los nuevos lineamientos podrían enfrentar sanciones que van desde observaciones formales hasta la pérdida de la concesión.
Qué cambia en la oferta de alimentos
La nueva Guía Técnica Alimentaria y Nutrimental establece criterios obligatorios para la preparación, distribución y venta de alimentos y bebidas no alcohólicas. Se prioriza el consumo de productos frescos o mínimamente procesados y se plantea la exclusión gradual de botanas fritas, bebidas azucaradas y alimentos con exceso de sodio, grasas saturadas o azúcares añadidos.
También se restringe la publicidad de productos con bajo valor nutricional dentro de los espacios escolares y se exige que la oferta cumpla con límites basados en evidencia científica, además de normas estrictas de higiene y seguridad alimentaria vigentes. El enfoque incluye criterios de sustentabilidad, como la reducción de residuos, el uso de utensilios reutilizables o compostables y la preferencia por alimentos locales y de temporada.
Supervisión y calendario de aplicación
La implementación será progresiva entre 2026 y 2027. El esquema contempla campañas de sensibilización para estudiantes, capacitación a concesionarios, diagnósticos de la oferta actual y mecanismos de verificación periódica. Con ello, la universidad busca fortalecer entornos escolares más seguros y saludables para su sistema de bachillerato, uno de los más grandes del país, en un contexto donde la alimentación vuelve a colocarse en el centro de la vida cotidiana escolar.
