Por qué conviene apagar el WiFi del celular antes de dormir
Apagar el WiFi del celular por las noches es una práctica que gana adeptos entre quienes buscan mejorar su descanso y cuidar sus dispositivos. Aunque muchos lo mantienen encendido de manera automática, dejar el teléfono conectado a la red inalámbrica durante toda la noche puede tener efectos poco evidentes tanto en la calidad del sueño como en el funcionamiento del equipo.
Cómo afecta el WiFi al descanso y al dispositivo
Cuando el teléfono permanece conectado a Internet, sigue recibiendo notificaciones, actualizaciones y alertas incluso sin uso activo. Este flujo constante de estímulos interrumpe los ciclos de sueño y prolonga la exposición a la luz de la pantalla, que altera la producción de melatonina, la hormona encargada de inducir el descanso.
Expertos en salud digital han señalado que reducir los estímulos tecnológicos antes de dormir mejora la calidad del sueño, disminuye la fatiga y ayuda a mantener estables los ritmos biológicos. Además, al apagar la conexión inalámbrica, el entorno se vuelve más silencioso y libre de interrupciones, lo que favorece la relajación.
Desde el punto de vista técnico, mantener el WiFi encendido durante horas sin actividad genera procesos automáticos innecesarios, como sincronizaciones de aplicaciones, actualizaciones en segundo plano o envío de datos de uso. Estas tareas no solo consumen energía y recursos del sistema, sino que también aceleran el desgaste de la batería y de la memoria RAM.
Beneficios de desconectarse antes de dormir
Apagar el WiFi no solo mejora el descanso; también tiene ventajas prácticas y de seguridad. Al interrumpir la conexión, el teléfono deja de transmitir información como la dirección MAC o datos de ubicación, reduciendo los riesgos de rastreo y exposición en redes abiertas.
Otro beneficio es el ahorro energético: tanto los routers domésticos como los dispositivos móviles disminuyen su consumo al suspender la señal inalámbrica. Informes técnicos estiman que esta práctica puede representar un ahorro de entre 2% y 8% de electricidad por equipo cada noche, una cifra pequeña pero significativa a lo largo del año.
Además, la desconexión nocturna contribuye a prolongar la vida útil de los equipos y a evitar el sobrecalentamiento causado por procesos en segundo plano. En hogares con varios dispositivos conectados, este hábito también mejora el rendimiento general del WiFi durante el día, al reducir la saturación de la red.
Para realizarlo, basta con ingresar al panel de configuración del teléfono y desactivar la conexión inalámbrica. Algunos modelos permiten incluso programar horarios automáticos de apagado y encendido, facilitando el hábito sin necesidad de hacerlo manualmente cada noche. También se recomienda revisar de forma periódica la lista de dispositivos conectados al router y mantener el sistema actualizado para evitar vulnerabilidades.
En un entorno donde la conectividad parece ineludible, pausar el WiFi por unas horas puede convertirse en un gesto de equilibrio. Permite cuidar la salud, ahorrar energía y alargar la vida del celular. Más que una medida técnica, es una forma de recordar que también en la era digital el descanso y la desconexión siguen siendo necesarios.
