Prótesis personalizadas: para presumir, no para ocultar
- Una nueva tendencia de moda permite a las personas con prótesis expresar su individualidad
En los años cuarenta y cincuenta, profesionales de la salud retrataban a las personas con amputaciones como gente “con problemas” y “mal adaptada.
En la segunda mitad del siglo XX las prótesis se concebían como “herramientas de rehabilitación y culturales a través de las cuales una persona con discapacidad podría defenderse contra la crítica social y la estigmatización”.
En la actualidad, estas percepciones han cambiado y ahora muchas personas con discapacidad han usado las prótesis como una manera de destacarse, haciéndolas personalizadas y únicas.
The Alternative Limb Project busca este enfoque. Sophie de Oliviera Barata es la empresaria especialista en la fabricación de extremidades ultrarrealistas con la idea de convertirlas en una forma de arte. Así, crea “miembros alternativos” que generan “conversaciones positivas alrededor de la discapacidad y celebran las diferencias corporales”
Reto: ¿Cómo convertir la discapacidad en un superpoder?
De acuerdo con la técnica ortoprotésica Clara Gómez, en el mercado han cambiado las opciones para personalizar las prótesis.
“Antes, casi todas eran meramente funcionales, pero nos dimos cuenta de los beneficios psicológicos que aporta llevar algo bonito”, dijo Gómez.
Fabricantes como Ottobocke y UNYQ y clínicas como SIT Ortoprotésica, entre otros, cuentan entre sus opciones prótesis personalizables, como un cover o capa protectora de PVC con colores, brillo y diseños.
Según Gómez, en SIT Ortoprotésica el 90 por ciento de niños que acuden pide brazos con dibujos como Iron Man, Anna y Elsa de Frozen o Simba de El rey león.
Tomás Atienza, representante en Madrid de la delegación de la Asociación Nacional de Amputados de España (Andade), considera que la tendencia creciente de adornar las prótesis se debe a un proceso gradual de normalización.
“Si tienes una prótesis estética bonita y particular no sientes la presión de ocultarla, y en vez de interpretar las miradas como algo negativo las interpretas como una señal de admiración por tu brazo o tu pierna chula”, argumenta Gómez como defensa de las prótesis personalizadas.
“‘Que un niño aprenda a aceptarse y estar orgulloso de sus diferencias aumenta muchísimo su autoestima en una etapa clave de su formación’, sostiene Gómez. ‘No te puedo decir cuántas veces los escucho decir: «Qué ganas tengo de ir al colegio y enseñar mi nuevo brazo a todo el mundo».
Hasta escucha que sus hermanos les dicen: «Ojalá tuviera un brazo tan chulo como el de mi hermano o mi hermana». Efectivamente, para ellos llevar una prótesis no es símbolo de discapacidad, sino un superpoder”, agregó Gómez.
Fuente: smoda