Sophie Turner rompe el silencio sobre la escena más polémica de Game of Thrones: “Fue duro, pero visibilizó lo que millones de mujeres viven”

Han pasado casi diez años y todavía se habla de esa escena: la noche de bodas de Sansa Stark en la quinta temporada de Game of Thrones, cuando su personaje es violado por Ramsay Bolton. La emisión en 2015 encendió un debate global sobre si la serie había cruzado un límite al mostrar violencia sexual en pantalla.

Hoy, con 29 años y una carrera consolidada, Sophie Turner decidió defender lo que vivió en ese set. En entrevista con Flaunt Magazine aseguró que, aunque entiende el rechazo que provocó, no fue una decisión gratuita: “Entiendo que pueda ser desencadenante, totalmente lo entiendo, pero también creo que hicimos justicia a las mujeres y a la lucha que han enfrentado por cientos de miles de años”.

Turner, que interpretó a Sansa desde los 14 años, fue tajante: todas las mujeres han experimentado alguna forma de violencia. “Las mujeres hemos tenido que soportar el patriarcado, ser tratadas como objetos y ser constantemente agredidas sexualmente. No conozco a una sola mujer que no haya vivido alguna forma de eso”, afirmó.

Para ella, lo más preocupante es cuando esas experiencias se desestiman, sobre todo por hombres que prefieren ignorarlas. “Eso ocurre porque no hablamos lo suficiente de ello, lo evitamos”, dijo.

La actriz reconoce que si Game of Thrones saliera hoy probablemente incluiría advertencias de contenido, pero asegura sentirse orgullosa de haber sido parte de una producción que no evitó mostrar atrocidades que suceden en la vida real.

Su compromiso no se quedó en la ficción. Turner se convirtió en patrona de la organización Women for Women International y ha trabajado con sobrevivientes de violencia en zonas de guerra, escuchando historias que reforzaron su convicción de visibilizar lo que suele ocultarse.

El impacto también lo vivió Iwan Rheon, el actor que encarnó a Ramsay Bolton. En 2020 confesó que grabar la escena fue “el peor día” de su carrera: “Nadie quería estar allí. No lo sensacionalizaron, fue muy duro de ver. Fue horrible. Es algo que no debería existir en el mundo, pero lamentablemente existe”.

La escena generó indignación más allá de la pantalla. La senadora estadounidense Claire McCaskill anunció que dejaría de ver la serie, mientras algunos fanáticos convocaron a boicots contra HBO, acusando a la producción de usar la violencia sexual como recurso innecesario.

Turner, sin embargo, mantiene la misma postura que escribió en un ensayo de 2015: lo preocupante no es una violación ficticia en televisión, sino las miles que ocurren en silencio cada día. “Es importante que prestemos atención también a quienes no pueden hacer públicas las atrocidades que les ocurren”, subrayó.

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