Un dron pilotado por inteligencia artificial derrota a los campeones humanos, por primera vez

  • Grupo de Robótica y Percepción de la Universidad de Zurich presentó Swift, un sistema completamente autónomo que integra únicamente sus sensores y su potencia informática a bordo del dron

 

¿Una primicia que abrirá el camino a una optimización de los sistemas utilizados en los coches autónomos o en los robots industriales? Un dron autónomo, pilotado por inteligencia artificial, ha superado por primera vez a los campeones de carreras de drones, según un estudio publicado el miércoles en Nature. «Estaba tan cerca del dron autónomo que podía sentir sus turbulencias mientras intentaba no soltarlo», dijo en el estudio Alex Vanover, uno de los tres campeones en la disciplina reclutados por el Grupo de Robótica y Percepción de la Universidad. de Zurich (Suiza) para enfrentarse a la máquina.

 

La carrera se desarrolló en un circuito de 75 metros que constaba de siete puertas, grandes marcos azules que se debían pasar en un orden determinado y a lo largo de tres vueltas. Con máquinas que alcanzan fácilmente los 100 km/h y aceleraciones que dejarían muy atrás a un F1, al tiempo que negocian giros de 180 grados. Equipados con un casco que transmite las imágenes de su dron para pilotarlo, los tres hombres, entre ellos un ex campeón mundial de la liga de carreras de drones, tuvieron una semana para entrenar.

 

El secreto de Swift

El dron autónomo ganó la mayoría de sus carreras contra cada uno de ellos y completó la vuelta más rápida al circuito. Según el estudio, esta es la primera vez que “un robot autónomo móvil logra un rendimiento de nivel de campeón mundial en un deporte competitivo del mundo real”. De hecho, los drones habían alcanzado un nivel “experto”, pero con la ayuda de un sistema externo de captura de movimiento que optimizaba su trayectoria. Una ventaja “injusta” para el equipo de Zurich que presenta Swift, un sistema completamente autónomo que integra sus únicos sensores y su potencia informática a bordo del dron.

 

«Swift corrige su rumbo en tiempo real, enviando 100 nuevas órdenes por segundo al dron», explicó a la AFP Elia Kaufmann, primer autor del estudio y todavía estudiante de doctorado en el momento de escribir este artículo. El secreto de Swift reside en una técnica llamada aprendizaje por refuerzo profundo, que combina el procesamiento de enormes cantidades de datos con la observación de reglas que recompensan el progreso de la máquina.

 

Ventajas según sea el entorno

El sistema ha probado millones de trayectorias que combinan la percepción de su entorno y su avance hacia la siguiente puerta. Una simulación en velocidad acelerada: «Swift se entrenó en el equivalente a aproximadamente un mes de tiempo real, pero en forma acelerada, es decir en una hora en un ordenador de mesa», precisó Elia Kaufmann. Este método de aprendizaje está en el centro de los programas capaces de enfrentarse a un maestro de Go o de ajedrez, o a un profesional de los videojuegos como StarCraft o Gran Turismo. Pero fuera del mundo virtual, el ser humano seguía siendo hasta ahora el dueño de la carrera.

 

La máquina se beneficia de ventajas inherentes, como una unidad inercial a bordo que le proporciona información como la aceleración, que el piloto humano no puede sentir sin subir a su dron. Otra ventaja es el tiempo de reacción a una orden cinco veces más rápido que el que recibe el cerebro humano. En esta etapa, el ser humano conserva una ventaja en un entorno degradado, con, por ejemplo, cambios en la iluminación que Swift podría tener dificultades para tener en cuenta. El humano también tiene en cuenta su posible avance sobre su oponente para frenar un poco y evitar un choque. La máquina siempre acelera a fondo, «corriendo potencialmente demasiado riesgo cuando va primero», señala el estudio.

 

Hacia una navegación más eficiente

El impacto de este trabajo se extiende más allá de las carreras de drones, señala Guido de Croon, experto en el tema y profesor de la Universidad Tecnológica holandesa de Delft, en un comentario que acompaña al estudio en Nature. Los avances en esta área son de gran interés para los militares, afirma, pero “tienen una gama mucho más amplia de aplicaciones”. Facilita “misiones más fluidas, más rápidas y de mayor alcance”.

 

 

Para Elia Kaufmann, que ahora trabaja como ingeniero en una empresa de drones para la industria, el desafío es responder a “una debilidad inherente a los drones autónomos: una autonomía de vuelo muy limitada”. El enfoque adoptado con Swift, “que permite reprogramar acciones en tiempo real sin necesidad de recalcular una trayectoria”, permitiría así una navegación más eficiente y, por tanto, un mayor ahorro energético.

 

Fuente: 20minutes

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