Haití rompe una década sin urnas: anuncian elecciones en 2026
Haití dio un paso decisivo para retomar la vida democrática al aprobar el decreto que permitirá convocar elecciones presidenciales y legislativas en 2026. El gobierno de transición confirmó que el documento será publicado en el diario oficial y que todos los recursos del Estado se enfocarán en cumplir el calendario electoral, una señal dirigida tanto a la población como a la comunidad internacional en medio de una crisis prolongada.
El plan marca la primera vuelta para el 30 de agosto de 2026 y la segunda para el 6 de diciembre, con la toma de posesión prevista para enero de 2027. De cumplirse, será la primera renovación de autoridades desde 2016, cuando resultó electo Jovenel Moïse, asesinado en 2020. Desde entonces, el país ha vivido sin presidente, sin parlamento y bajo un deterioro institucional que abrió espacio a las pandillas, hoy dominantes en vastas zonas de Puerto Príncipe y otras regiones.
El Consejo Presidencial Transitorio, encargado de conducir al país hacia una salida política, afirmó que el camino hacia las elecciones “es irreversible”. Sin embargo, el propio órgano ha enfrentado divisiones internas, reflejo del clima general de desconfianza. Aun así, la aprobación del decreto fue unánime entre los ministros presentes.
La violencia ha acompañado cada intento de avanzar. El anuncio electoral coincidió con reportes de un nuevo ataque en Pont-Sondé, donde una veintena de personas fueron asesinadas y unas 500 viviendas incendiadas por la pandilla Gran Grif. Organizaciones locales denuncian que comunidades enteras quedan atrapadas entre el abandono estatal y el dominio de grupos armados, lo que provoca desplazamientos masivos y cierre de escuelas.
En paralelo, estudios internacionales revelan que buena parte de las armas que alimentan a estas bandas provienen de Estados Unidos, especialmente de los condados de Miami-Dade y Broward. Según Small Arms Survey, casi un tercio de las armas incautadas en Haití y otros países caribeños fueron rastreadas hasta esa región, lo que dificulta la contención del flujo ilegal.
Mientras tanto, la misión de seguridad aprobada por la ONU en 2023 enfrenta limitaciones de equipo y financiamiento, y su capacidad para recuperar territorios controlados por pandillas sigue en duda. Aun así, las autoridades haitianas insisten en que estabilizar la seguridad es condición indispensable para que la primera vuelta se lleve a cabo en agosto de 2026.
En un escenario frágil, la convocatoria electoral busca abrir una ruta institucional después de años de crisis. Para un país golpeado por la violencia, la pobreza y la falta de representación política, la posibilidad de elegir nuevas autoridades aparece como un punto de inflexión, aunque todavía rodeado de enormes desafíos.
