«Ser único» ya pasó de moda: por qué cambió la situación
Cada cabeza es un mundo. Música, películas, deportes, hobbies o hasta la comida, cada uno de nuestros gustos refleja nuestra personalidad y es lo que, se dice, nos hace ser «únicos». Sin embargo, la necesidad de querer distinguirse entre los demás y expresar una identidad única, parece no ser una prioridad… desde hace dos décadas.
Es sabido que los humanos somos seres sociales y por lo tanto, dependemos de un sentido de pertenencia a un grupo. Por ello, un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Michigan encuestaron a más de un millón de participantes en un periodo del 2000 al 2020. El objetivo: observar cómo cambia la personalidad a través del tiempo.
No obstante, esta tendencia disminuyó pero con leves repuntes en sentido de un «sube y baja». Allí, destaca una excepción. En 2020 los datos indicaron un nuevo aumento de los casos, posiblemente vinculado a la pandemia.
La primera está relacionada con la ansiedad social, específicamente con su incremento. Según el equipo, el aumento generalizado de la ansiedad pudo haber llevado a las personas a priorizar su necesidad de seguridad y aceptación dentro del grupo.
«Colectivamente, los niveles más bajos de necesidad de singularidad en los últimos años podrían haber surgido de aumentos en la ansiedad social y una percepción de un entorno punitivo para aquellos que son demasiado únicos o violan las normas del grupo».
Aunque reconocen que esta interpretación es la más pesimista, existe otra posibilidad: que internet haya facilitado como nunca antes la conexión con grupos afines en intereses y opiniones.
«Una disminución en las medidas de nuestra necesidad de singularidad podría, paradójicamente, deberse a que esa necesidad está cada vez más satisfecha».
Sea como fuere, se espera que futuras investigaciones tengan un enfoque que expliquen detalladamente los contextos, así como analizar las implicaciones de los cambios ante la necesidad de particularidad.
Créditos: xataka