Qué es y cuáles son los síntomas de la Mpox

La mpox, enfermedad antes conocida como la viruela del mono, fue declarada por segunda vez como emergencia de salud pública de importancia internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual también ha precisado cuáles son los síntomas, la transmisión y tratamiento de dicha afección.

El virus de la viruela del simio es un ortopoxvirus que causa la mpox, una enfermedad con síntomas similares a los de la viruela, aunque menos grave, según el resumen de la OMS.

“La viruela del simio es una zoonosis, una enfermedad que se transmite de animales a humanos, y a menudo se encuentran casos cerca de las selvas tropicales donde hay animales que portan el virus”.

La enfermedad también puede transmitirse de humanos a humanos, a través del contacto con fluidos corporales, lesiones en la piel o en superficies mucosas internas, como en la boca o la garganta, gotitas respiratorias y objetos contaminados.

Existen dos clados (cepas) de la enfermedad: el 1, que ha estado circulando en la República Democrática del Congo por años y el clado 2, el responsable del brote de 2022 que también ameritó una emergencia sanitaria internacional.

La viruela del mono, cuyo nombre cambió a mpox en noviembre del 2022, se presenta inicialmente a través de los siguientes síntomas, según la OMS:

Fiebre
Erupción extensa
Ganglios linfáticos inflamados

El período de incubación de la mpox puede variar de 5 a 21 días. La etapa febril de la enfermedad suele durar de 1 a 3 días y los síntomas incluyen:

Fiebre
Dolor de cabeza intenso
Linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos)
Dolor de espalda
Mialgia (dolor muscular)
Astenia intensa (falta de energía).
A la etapa febril le sigue la etapa de erupción cutánea, que dura de 2 a 4 semanas. Las lesiones evolucionan de la siguiente manera:

Máculas (lesiones con una base plana)
Pápulas (lesiones dolorosas, firmes y elevadas)
Vesículas (llenas de líquido transparente)
Pústulas (llenas de pus)
Costras
La proporción de pacientes que mueren ha variado entre el 0 y el 11% en los casos documentados y ha sido mayor entre los niños pequeños, de acuerdo con la OMS.

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