Inesperada aparición: Descubren un vals de Chopin de hace 200 años

La partitura, escrita en una tarjeta con el nombre manuscrito de Frédéric Chopin, fue encontrada por un curador la pasada primavera (boreal), informó el domingo el diario estadounidense The New York Times.

“Pensé: ‘¿Qué está pasando aquí? ¿Qué puede ser esto? No reconocía la música’”, aseguró al periódico el conservador Robinson McClellan.

En un primer momento, tras fotografiar la partitura y tocarla en un piano en su casa, el curador no estaba seguro de que la pieza fuera realmente de Chopin, el maestro de la melancolía.

Entonces consultó con un académico de la Universidad de Pensilvania experto en el compositor francopolaco y, tras realizar análisis de la tinta y el papel, la institución concluyó que correspondían a Chopin.

También se comprobó que la caligrafía coincidía con la del músico, en particular la reproducción de una estilizada clave de fa, así como garabatos característicos del compositor.

“Estamos totalmente seguros de nuestra conclusión”, dijo McClellan. El museo cree que la música data de entre 1830 y 1835, cuando Chopin tenía poco más de 20 años. La melodía presenta una cruda apertura, que fue definida por el pianista Lang Lang como una “dramática oscuridad que se convierte en algo positivo”.

Frédéric Chopin, uno de los compositores más influyentes del romanticismo musical, sigue siendo una figura emblemática en la historia de la música clásica. Su legado, centrado principalmente en el piano, ha perdurado a lo largo de los años, convirtiéndolo en un símbolo de la era romántica. Chopin, nacido en Żelazowa Wola en 1810, se trasladó a París a los 21 años, donde desarrolló gran parte de su carrera, según información disponible.

Fue un niño prodigio que completó su educación musical en Varsovia, ciudad que en 1815 pasó a formar parte del Zarato de Polonia. Antes de dejar su país natal a los veinte años, ya había compuesto sus primeras obras. En París, aunque ofreció solo treinta conciertos públicos, su preferencia por los ambientes íntimos de los salones le permitió mantener una carrera exitosa vendiendo sus composiciones y dando clases de piano, por las que era muy solicitado.

La vida personal de Chopin también fue notable. Mantuvo una relación con la escritora francesa Aurore Dupin, conocida como George Sand, que aunque problemática, resultó en uno de sus periodos más productivos de composición durante una estancia en Mallorca. En sus últimos años, recibió apoyo económico de su admiradora Jane Stirling. A pesar de su éxito, Chopin sufrió de mala salud durante gran parte de su vida y falleció en París en 1849 a los 39 años.

Las composiciones de Chopin, todas protagonizadas por el piano, son conocidas por su complejidad técnica y su capacidad para expandir los límites del instrumento. Entre sus obras más destacadas se encuentran mazurcas, valses, nocturnos, polonesas, baladas instrumentales, estudios, impromptus, scherzos, preludios y sonatas. Su estilo compositivo fue influenciado por la música folclórica polaca, la tradición clásica de Mozart y Schubert, y el ambiente de los salones parisinos.

La música de Chopin no solo es reconocida por su innovación en estilo, armonía y forma musical, sino también por su asociación con el nacionalismo, lo que influyó en el romanticismo tardío y más allá. Su estatus como una de las primeras celebridades de la música, su vida amorosa y su temprana muerte han contribuido a su imagen como un ícono romántico.

El legado de Chopin se mantiene vivo a través de instituciones como el Instituto Fryderyk Chopin, creado por el Parlamento de Polonia para investigar y promover su vida y obra. Este instituto organiza el prestigioso Concurso Internacional de Piano Frédéric Chopin, dedicado íntegramente a su música, lo que asegura que su influencia perdure en las generaciones futuras.

Fuente: AFP. Foto: Mohamed Sadek/ The New York Times.

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